El gobierno de Jaume Collboni está decidido a completar la conexión del tranvía, que el pasado fin de semana llegó por primera vez a Verdaguer. Sin embargo, el Ayuntamiento se ha enredado con las obras de la segunda fase. El pasado jueves, el teniente de alcaldía y responsable del área económica, Jordi Valls, explicaba, en un consejo de barrio con los vecinos de la Dreta de l’Eixample, que la idea es estructurar las obras «en dos fases»: una primera de Verdaguer a paseo de Gràcia y una segunda que completaría el trayecto hasta Francesc Macià. En todo caso, fuentes del área de urbanismo y movilidad consultadas por este diario insisten en que la conexión «está planteada para ejecutarse todo junto de manera global».
El primer capítulo del enredo nos sitúa en el consejo de barrio de la semana pasada, que ha recuperado El País en una información. El concejal presentaba el informe del distrito, celebraba la llegada del tranvía a Verdaguer y, sobre la siguiente fase, ya avanzaba un «veremos». «Es una obra de 200 millones, para conseguir esto necesitamos que el Gobierno de la Generalitat también exprese esta voluntad, que me consta que también la tiene», dice Valls, partidario de dividir en fases la conexión, en el encuentro vecinal. «Lo importante es enfocarse, o al menos este concejal quiere enfocarse, en la primera. Veo difícil que podamos afrontar todo este proyecto si no lo hacemos por partes», concluía la explicación.
Fuentes del área de urbanismo y movilidad del Ayuntamiento no acaban de confirmar, en todo caso, que la intención sea esta. «Esta segunda fase está planteada para ejecutarse todo junto de manera global», recuerdan. Y matizan que «si se tiene que hacer en subfases o tramos, por cuestiones de impacto y afectaciones de las obras, es una cuestión que se decidirá más adelante en coordinación con la ATM».

Un proyecto de 200 millones
El Ayuntamiento ya tiene listo el proyecto ejecutivo del tranvía hasta Francesc Macià, pendiente aún de conseguir la financiación necesaria para realizar las obras. La titular de urbanismo del gobierno municipal, Laia Bonet, cifra en 114,2 millones la inversión que deberá hacer el consistorio: 59,5 millones para la construcción del colector, entre la calle de Girona y la plaza de Francesc Macià, y 55 más para la urbanización de los 2,8 kilómetros entre Verdaguer y la avenida de Sarrià. La Generalitat debería asumir 100 millones más que corresponden a la red del tranvía como tal.
El calendario prevé que las obras duren 40 meses, lo que nos situaría a finales de 2028. El último tramo transformará 2,8 kilómetros de la diagonal y conectará definitivamente las localidades de Sant Adrià del Besòs y Badalona con el centro de Barcelona y los municipios del Baix Llobregat. Las obras también deberían cambiar la fisonomía de la Diagonal, con dos carriles por sentido de circulación en los laterales y un aumento de 16.000 metros cuadrados para peatones.