La ciudad de Barcelona ha visto en las dos últimas semanas dos atropellos a menores por unos autobuses en la ciudad, lo que ha hecho que el Ayuntamiento de Barcelona considere instalar una cámara de control fotográfico de semáforo en la Diagonal y ampliar las aceras en la Gran Via. Desde el consistorio se han propuesto estas medidas para mejorar la seguridad «a pesar de que no se han observado deficiencias de señalización ni visibilidad» en los lugares donde ocurrieron los siniestros, tal como ha explicado el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, durante la Comisión de Presidencia y Seguridad este miércoles.
El primer accidente ocurrió a finales de octubre cuando una chica de 14 años fue atropellada por un autobús en les Corts. La menor murió a causa de las heridas que sufrió en el siniestro. El segundo atropello fue de una niña de 11 años en Gran Via de les Corts Catalanes, entre la rambla de Catalunya y la calle de Balmes. La menor fue atropellada en el Hospital de Sant Joan de Déu, donde murió al día siguiente.
La investigación de los dos accidentes sigue en curso
Albert Batlle ha recordado que los dos casos están judicializados y que la investigación sigue su curso. Ahora bien, ha relatado que la Unidad Central de Atestados de la Guardia Urbana siempre hace una inspección en el lugar del siniestro junto con el departamento de Movilidad. En esta inspección, ha destacado, no se han observado deficiencias ni visibilidad del entorno, pero dada la repercusión de los hechos se han puesto sobre la mesa estas dos propuestas: una cámara de control fotográfico en Diagonal -donde tuvo lugar el primer atropello- y ampliar aceras en la Gran Via -donde se produjo el segundo atropello-.
Batlle ha diferenciado un caso del otro diciendo que uno tuvo lugar en un espacio «semaforizado» mientras que en el otro el autobús estaba circulando por delante de la salida del Teatre Coliseum. También ha dicho que en ambos casos los conductores dieron negativo en las pruebas de alcoholemia y drogas.
