Las superislas y los ejes verdes han sido uno de los temas destacados del debate sobre movilidad que ha organizado Foment del Treball este lunes, coincidiendo con el inicio del curso político, que ha contado con la participación de la primera teniente de alcaldía de Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Laia Bonet, y el presidente del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), Josep Mateu.
Según Bonet, «las pacificaciones afectan al coche, pero favorecen al resto de usuarios. Las pacificaciones han venido para quedarse«, pero no las de las superislas o los ejes verdes que ejecutó Barcelona en Comú. Donde se puede, caso de las calles principales, el gobierno municipal está en contra de las pacificaciones que son “incompatibles” con el transporte público, ha remarcado Bonet. Según Bonet, «lo importante es cómo se hacen», aunque ha reconocido que no hay una fórmula mágica. Más que un eje verde como el de Consell de Cent, el PSC defiende pacificaciones como las de la Meridiana y Pi y Margall.
Las superislas afectan la movilidad, dice el RACC
Para el presidente del RACC, las superislas estéticamente no se puede decir que no sean bonitas. «Pero son espacios que están afectando mucho la movilidad. Son vías utilizadas por bicicletas y patinetes que no van a 10 km/h -la velocidad máxima- y por furgonetas que hacen carga y descarga».

«La movilidad de conexión», el gran reto
En su valoración, Bonet ha considerado que el gran reto de Barcelona es «la movilidad de conexión», es decir la movilidad de entrada y salida de la ciudad. En este caso, el 42% todavía se hace con vehículos privados. En cambio, dentro de la capital catalana, el 42% de los desplazamientos se hacen a pie y el 34% en transporte público. El Ayuntamiento defiende la necesidad de que Rodalies y los buses interurbanos funcionen, y construir aparcamientos disuasorios cerca de las estaciones de transporte -buses y Rodalies- de municipios metropolitanos, a distancias diferentes de la capital catalana.
“Hace falta inversión en buses interurbanos y sobre todo en Rodalies y hacer estos aparcamientos cerca de las estaciones para entrar a Barcelona en transporte público. Podría ser una solución para el grueso del 42% de personas que todavía entran a la ciudad con vehículos privados”. Actualmente, 200.000 personas llegan a Barcelona con buses interurbanos, mientras que con Rodalies lo hacen unas 250.000. “Estamos casi a la par”. El objetivo del Ayuntamiento es llegar a los 400.000 viajeros diarios que utilicen los buses interurbanos para entrar a la capital catalana.
Desde el RACC, Mateu ha mostrado su preocupación por el estado de Rodalies. «Es necesario aumentar drásticamente el número de buses interurbanos que entran a la ciudad. «Rodalies no estará solucionado en una década. Va a un ritmo de ejecución y de información muy preocupante». Bonet cree que todavía queda mucho trabajo por hacer en Rodalies. Se viene de muchos años de desinversión». Ahora se invierte, pero estas obras necesitan su tiempo, ha valorado Bonet. «Se debe trabajar en el medio y el largo plazo, pero también en el día a día para reducir las incidencias y mejorar la información. Informar a los usuarios es un intangible».

El límite de los dos minutos en el metro en hora punta
El debate se ha adentrado en la situación del metro y el bus en Barcelona. Según Bonet, el metro y el bus no dejan de sumar récords. «Cada vez hay más personas que optan por el transporte público para moverse por la ciudad». En 2024, TMB cerró con 684 millones de usuarios. En opinión de Bonet, el metro y el bus tienen una buena valoración por parte de la ciudadanía, “por encima del ocho”. “Esto es fruto de una inversión constante”. La teniente de alcaldía ha defendido la necesidad de llevar el metro donde se pueda, con proyectos de ampliación de las líneas L2, L3 y L1 y el tramo central de la línea 9. En este sentido, Bonet ha recordado que TMB acaba de sacar a licitación la construcción de 39 trenes que permitirá que las líneas 5 y 1, que soportan la mitad del pasaje, puedan mantener los dos minutos entre tren y tren en hora punta. «Los trenes van llenos. Pero un tren cada dos minutos es el máximo al que podemos llegar».
Uno de los temas en los que el RACC y el Ayuntamiento han chocado ha sido en el tema de la bici y los patinetes eléctricos. Según Mateu, hay un exceso de espacio dedicado a los carriles bici, un 16%, cuando solo un 7% de los usuarios los utilizan. El presidente del RACC ha puesto como ejemplo la Via Augusta donde el 25% del espacio está ocupado por las infraestructuras ciclistas y solo se hace un uso del carril bici del 1%. «No dediquemos tanto espacio a la bicicleta en aquellos lugares donde la bicicleta no se utiliza tanto», ha concluido Mateu.

Se han hecho 12 kilómetros nuevos de carriles bici este mandato
Para Bonet, la red ciclista de Barcelona se ha consolidado con unos 270 km/h. «El crecimiento de los carriles bici ha ido acompañado del incremento de la bicicleta eléctrica. Hemos mejorado la conectividad y la seguridad de los carriles bici. Se han ido sacando los carriles bici de las aceras, bajándolos a la calzada y segregándolos», ha destacado la teniente de alcaldía. En este mandato municipal se han hecho 12 kilómetros más de carril bici. Bonet cree que mucha gente se ha introducido en el mundo de la bicicleta a través del Bicing.
El acto se ha englobado dentro del ciclo Fer Metròpoli y ha abordado, en otras ocasiones, la crisis de la vivienda y la emergencia climática. Han asistido, entre otros, el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, y el presidente de Barcelona Oberta, Gabriel Jané. La cita ha sido presentada por el consejero delegado de Aigües de Barcelona, Felipe Campos, y la ha cerrado la vicepresidenta de Foment, Mar Alarcón.