La Guardia Urbana de Barcelona impuso 11.200 multas por la nueva ordenanza de circulación el pasado febrero, el mes que entró en vigor. El 26% de las sanciones están relacionadas con infracciones de vehículos de movilidad personal, la gran mayoría para usuarios que no llevaban el casco puesto. La Urbana multó a un total de 2.419 por este motivo. Las 167 multas restantes son de patinetes que circulaban por la acera. Por otro lado, la policía ha multado a unos 1.100 ciclistas (el 9% de las sanciones), de los cuales solo 38 eran por circular en la acera. Las bicicletas no tienen la obligación de llevar casco.
El tercer dato relevante es el número de denuncias registradas por motos que han aparcado mal, el otro aspecto importante que cambia con la nueva ordenanza. Ningún vehículo de estos puede aparcar ahora sobre la acera a tres metros de un centro educativo o de los centros sanitarios. El balance final de febrero es de 372 sanciones por este motivo, si bien la Urbana no especifica a cuáles de estas sanciones se refieren, concretamente, a motos aparcadas en zonas vulnerables.

Según el balance del Ayuntamiento, en los primeros dos meses del año, en que ha habido una campaña informativa, se ha «constatado» una mayor «conciencia y conocimiento» de la obligatoriedad de llevar casco si se viaja en patinete. Según los registros de los informadores municipales, siete de cada diez usuarios lo llevan habitualmente. La norma también prohíbe ahora circular por la acera, superar los 25 km/h y estacionar en zonas vulnerables.
Sanciones de hasta 500 euros
La nueva ordenanza contempla diferentes sanciones según el grado de peligrosidad de la infracción. Circular por la acera puede conllevar una multa de 500 euros, la cantidad más elevada. En el caso de los patinetes, no llevar el casco, no tener la iluminación adecuada o no bajarse del patinete en puntos de aglomeración de peatones se sanciona con 100 euros. En el caso de las bicicletas, no bajarse en lugares de aglomeración y atar la bici a semáforos, bancos, árboles, contenedores o mobiliario urbano también son 100 euros. La ordenanza también castiga con 200 euros los vehículos que se detienen sobre el carril bici para realizar actividades de carga y descarga.
La nueva ordenanza endurece el castigo a las malas prácticas de las bicicletas –sobre todo a quienes circulan por la acera– e incorpora los vehículos de movilidad personal, hace unos años escasos y ausentes de la regulación, un hecho que se nota en el registro de sanciones. Solo el primer fin de semana de la normativa, la Guardia Urbana ya había multado a 452 personas por diferentes motivos. Los colectivos de movilidad sostenible han criticado justamente que se «criminalice» a los usuarios de patinetes o bicicletas en una ciudad donde, recuerdan, la mayoría de accidentes graves los causan conductores de coche y moto. Entidades como Eixample Respira o el BACC han presentado alegaciones a la norma, remarcando que las víctimas mortales –o los heridos graves– de aquellos colectivos vulnerables –peatones y usuarios de patinetes y bicicletas– aumentaron un 7% el año pasado.

