Barcelona tiene en marcha una prueba piloto que tiene como objetivo reducir los accidentes de tráfico en los cuales se ven motoristas implicados. Dos flotas de más de 30 motos de Barcelona de Servicios Municipales (BSM), del Instituto de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona y de la empresa de mensajería Ara Vinc ya cuentan con un sistema de asistencia al conductor que busca anticiparse a los posibles siniestros alertando a los usuarios.
Esta iniciativa desarrollada por la compañía con sede en Singapur Rider Dome consiste en un conjunto de sensores que aprovechan el potencial de la visión por ordenador y la inteligencia artificial para alertar en tiempo real al conductor de amenazas cercanas a través de unos dispositivos instalados en los espejos retrovisores. Cuando el sistema de inteligencia artificial detecta vehículos en ángulos muertos, el incumplimiento de la distancia de seguridad o un posible peligro de colisión frontal, los dispositivos de los retrovisores emiten un aviso luminoso y sonoro para que el conductor pueda reaccionar a tiempo.
Gracias a este sistema se pueden recopilar todos los datos y avisos en cada desplazamiento para su análisis posterior. También se ofrece tanto información a los conductores sobre su estilo de conducción para concienciarlos hacia un estilo de conducción más seguro como la posibilidad de identificar la tipología de alertas más frecuentes y en qué puntos de la capital catalana se concentran.
Un impacto directo en los avisos registrados
Según informa la ACN, la primera fase de esta prueba piloto ha permitido comprobar cómo los avisos ayudaban a cambiar la conducción de los vehículos y el registro de avisos diarios se reducía sustancialmente al cabo de unas semanas. El desarrollo de esta iniciativa cuenta con una financiación de 96.000 euros. Una vez terminada esta fase, que tiene una duración de un año, se evaluarán los resultados y se valorarán las posibilidades de una implementación más generalizada en la ciudad.