El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha apostado con fuerza por el servicio de motos eléctricas compartidas con el objetivo de paliar el fracaso que, de entrada, supuso la intervención de este modelo en la capital catalana. El AMB otorgó el pasado mes de octubre a cinco empresas un total de 9.950 licencias de moto eléctrica compartida para extender el modelo barcelonés al resto de territorios de los alrededores. Este proyecto, sin embargo, ha arrancado a medio gas debido a la renuncia de dos de los operadores a quienes el AMB había otorgado licencias. Concretamente, se trata de Hori, con 2.050 vehículos, y GoSharing, con 1.950 motos. Así pues, a raíz de estas dos renuncias, solo se mantienen como operadores del servicio en Barcelona y siete municipios de los alrededores Yego, 2.050 vehículos, Cooltra y Acciona, 1.950 cada una.
Según detallan fuentes del AMB a la Agencia Catalana de Noticias (ACN), algunas de las licencias a las que han renunciado tanto Hori como GoSharing se podrían repartir entre las tres compañías que aún mantienen su voluntad con el servicio. Ahora bien, estas mismas fuentes apuntan que las tres empresas solo se podrían repartir una vez estas ya hayan desplegado sus flotas por el territorio y, siempre que, se cumplan los mismos requisitos que en la primera convocatoria -como que cada moto haga más de dos desplazamientos diarios. Según las mismas fuentes, la marcha de las dos operadoras se debe, únicamente, a motivos internos de la compañía y, en ningún caso, «imputables a la regulación metropolitana».

Agosto, el nuevo horizonte del AMB
Teniendo en cuenta el revés en la puesta en marcha del servicio de motos compartidas, desde el AMB confían en poder tener el proyecto a pleno rendimiento de cara al mes de agosto, con un total de 5.950 licencias repartidas entre los operadores restantes. Se trata de un objetivo menos ambicioso al planteado inicialmente, ya que reduce a la mitad las cerca de 10.000 licencias anunciadas en el otoño pasado. El objetivo del proyecto del AMB, sin embargo, se mantiene: revertir la situación de los últimos años en la ciudad de Barcelona. De momento, sin embargo, el arranque del servicio en el área metropolitana barcelonesa también ha comenzado a medio gas, ya que, tal como ocurrió en la capital catalana en el año 2020, algunas compañías que ganaron el concurso inicialmente también se fueron retirando del servicio.