La operación retorno de Semana Santa ya está en pleno funcionamiento. Más de dos tercios de los vehículos que se desplazaron fuera del área metropolitana de Barcelona ya habrían regresado, según estimaciones del Servei Català de Trànsit (SCT). Según los datos del mismo organismo, unos 560.000 coches se habrían movido hacia destinos turísticos fuera de la región de la capital del país, de los cuales 390.000 habrían realizado su trayecto el jueves y los 170.000 restantes lo habrían hecho el viernes. Ahora, según ha actualizado el mismo organismo, ya habrían regresado unos 394.000 vehículos de sus salidas en los días de puente.
Según ha explicado el director del Servei Ramon Lamiel en una intervención en Catalunya Ràdio, muchos de los desplazamientos de la operación retorno se han concentrado antes del Lunes de Pascua. De hecho, se ha declarado «sorprendido» porque tantos catalanes hayan regresado a su residencia habitual el domingo, dejando un día de margen antes del fin del puente de Semana Santa. De hecho, las principales vías de contacto con las zonas más turísticas del país sufrieron importantes retenciones durante la penúltima jornada festiva. En concreto, tanto en la AP-7 como en la A-2 hubo importantes atascos, así como en la C-65 y en la N-II en la Costa Brava.

Las principales retenciones del lunes
Así, la mitad de los 580.000 vehículos que el SCT espera que entren a Barcelona estas jornadas ya se han movilizado. A la espera de un nuevo contingente de viajeros, el Servei apunta que las horas más complicadas para el tráfico comenzarán a las 11.30 de este mismo lunes. La operación se extenderá hasta las 22.30. Para evitar retenciones y otros problemas de circulación, Trànsit habilita tres carriles adicionales en algunos de los puntos clave de la operación. En concreto, se encontrarán en la AP-7 sur/B-23 entre Vilafranca y Molins de Rei, en la AP-7 norte entre Sant Celoni, Llinars del Vallès y Montornès y en la C-32 norte/B-20 entre Sant Andreu de Llavaneres y Montgat.
Los nuevos espacios de circulación, sin embargo, no han servido para evitar completamente las retenciones. La AP-7 ha concentrado muchos de los puntos de tráfico lento en el país, especialmente en los tramos del sur del país. En concreto, el Servei Català de Trànsit ha detectado colas de más de 16 kilómetros en el Penedès, entre Santa Margarida i els Monjos y el Vendrell. También ha habido importantes afectaciones al tráfico entre Altafulla (Tarragonès) y el Baix Penedès, con colas de hasta 10 kilómetros.