La línea L9 del Metro de Barcelona no tiene fecha de finalización concreta. Y a la vista de los retrasos sufridos desde que en el 2009 se inauguró el primer tramo, entre Can Zam y Can Peixauet, parece razonable que la Generalitat no se atreva a fijar un calendario. Aun así, trabaja con el escenario de que en 2028 circulen trenes de punta a punta sin parar en todas las estaciones. A estas alturas, de las trece estaciones en construcción del tramo central, tan solo la de la Sagrera está completamente acabada. De las doce restantes, hasta cuatro estaciones todavía tienen que empezar con la obra civil y las otras ocho están en proceso de agujerear el pozo o haciendo la arquitectura.
Estaciones sin parada de trenes
Pero hay dos estaciones de esta línea en una situación diferente. La primera, la estación de La Ribera (Eixample Nord), entre El Prat Estació y les Moreres. Esta estación se empezó a construir después de la presión del Ayuntamiento del Prat para que la Generalitat pusiera una parada en un solar en el cual se tenían que construir 3.500 viviendas que darían lugar a un nuevo barrio, el Eixample Nord. También tenían que construir comercios, equipamientos y locales para empresas. Pero en 2011, la Generalitat, que ya tenía construidos los túneles y los andenes de la estación, la paró a la espera que de aquel barrio se hiciera realidad. Finalmente, se inauguró en 2016, pero ocho años después, en aquel solar no existe ningún barrio, solo una cadena de supermercados. Actualmente, la parada de la Ribera está cerrada, no se puede acceder al andén y los trenes no paran. De hecho, esta parada tendría que haber visto pasar trenes de la L9 pero también de la futura ampliación de la L2 para conectar el centro de Barcelona con el aeropuerto.

¿Y cuál es la segunda estación de la L9 en una situación peculiar? Se trata de la estación Aeroport Terminal de Càrrega, que está finalizada, pero los trenes tampoco paran. Ubicada entre las estaciones del Aeropuerto T1 y el Aeropuerto T2, cuenta con escaleras mecánicas, dos ascensores para personas con movilidad reducida (PMR), y un andén de cien metros.
