El informe encargado por el gobierno de Jaume Collboni para evaluar el carril bici de Vía Augusta, uno de los que ha generado más controversia, ha costado cerca de 12.000 euros. Según el Ayuntamiento, el estudio ya se ha concluido, a pesar de que de momento no lo ha hecho público.
El importe que el ejecutivo de la ciudad ha pagado por el informe consta en una respuesta que el distrito de Sarriá-Sant Gervasi ha dado a la consejera del PP y exregidora Belén Pajares. En concreto, el coste asciende a 11.906,40 euros, IVA incluido, y la empresa que ha sido la encargada de hacer la evaluación del carril bici ha sido Asesoría de Infraestructuras y Movilidad.
Cuatro meses de duración
El citado contrato menor tenía una duración de cuatro meses, entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre. Fuentes municipales informan ahora que, una vez acabada el informe, el consistorio lo está estudiando y, «en paralelo, ha solicitado informaciones complementarias”.
El informe tiene por objeto hacer un “servicio de asesoría técnica por la evaluación de la Vía Augusta y entornos”. A grandes rasgos, el estudio ha valorado la afectación que tiene para la movilidad la vía ciclista, desde la Diagonal y hasta tocar de la Ronda de Dalt, y entre los distritos de Gràcia y Sarrià-Sant Gervasi. El carril bici se acabó de construir a principios del pasado agosto.

A finales del pasado mes de septiembre, la regidora de Sarrià-Sant Gervasi, Maria Eugènia Gay, dijo que se podrían buscar vías alternativas al carril bici. “No se suprimiría ningún carril”, sino que se valoraría “ofrecer un trazado alternativo” si el informe así lo concluye. Para Gay, ir en bicicleta por Vía Augusta en hora punta “no es saludable”.
A favor y en contra
El carril bici de Vía Augusta ha sido muy criticado por conductores que usan esta vía para entrar y salir de Barcelona desde el Vallès por las numerosas retenciones que ha habido a lo largo de los últimos meses a consecuencia de la pérdida de carriles de circulación. Este punto de vista, defendido también por el RACC, se contrapone con el de vecinos, entidades ciclistas y Barcelona En Comú, que defienden mantener el carril. Después de ser nombrado alcalde, Collboni ya dijo que estudiaría si había que cambiar el “diseño urbanístico” del carril.
En la petición de información que el PP hizo llegar al gobierno habla de “caos circulatorio”, asegura que el hecho que el carril bici pase por el medio de paradas de bus supone un “peligro” para los usuarios del transporte público y define la vía ciclista como “un problema para el distrito y la ciudad”.