La estación de Sants de Barcelona es este domingo la viva imagen de la indignación por el caos generado a Cercanías. Los trenes no salen ni llegan a ninguna estación de Barcelona –a la Sagrera hay dos incendios por el robo de cocer-, y esto es todavía más problemático que habitualmente por las elecciones en la Generalitat que están en marcha. De hecho, esto es el que más indigna los pasajeros que están esperando, que es posible que no lleguen a tiempo para votar. «Hoy me quedaré sin votar por primera vez y será por culpa del tren«, se queja al ACN Josep Garriga, un pasajero de 91 años que tenía que coger un tren del R2 norte o R11 hacia Sant Celoni para poder votar en Sant Esteve de Palautordera. «Todo a hacer puñetas, veo que será imposible«, ha insistido el hombre, que por primera vez en sus 91 años no podrá votar cuando tenía que hacerlo.

Este pasajero descarta gastar «más de 100 euros» en un taxi para llegar a tiempo al colegio electoral. El mismo piensa Alejandro Domínguez, que lamenta que «no hay ninguna alternativa» para los ciudadanos que viven en Barcelona, pero todavía están censados fuera. «Iba a Mollet del Vallès y me están diciendo que no hay ningún tren. Mi única opción es esperar, pero oporto aquí desde las cinco de la mañana«, ha lamentado. Domínguez está habitualmente resignado al mal funcionamiento de Cercanías, pero en un día como hoy no esperaba el caos que está encontrando. «Cojo el tren cada domingo y a veces se paran más de diez minutos a cada estación», explica.

Daniela, a su lado, también se llena de paciencia al vestíbulo de la estación de Sants, a rebosar de gente y sin ningún tipo de información. «Hay mucha incertidumbre por mi parte y de toda la gente que hay por aquí. Mi opción es continuar esperando, ya llevo una hora y media», se queja Daniela, que tampoco prevé coger un taxi porque se sale de su presupuesto. La chica se ha dado una hora más de margen antes de marchar y renunciar a votar.

Pasajeros esperando a la estación de Sants, por donde no pasa ningún tren / ACN

«Todo es una mierda y una porquería»

Otros pasajeros están todavía más enfadados. Es el caso de Carme Enrique, que considera que está «perdiendo el tiempo». «Qué vergüenza, niño, ya está bien. Y además, con el día que es hoy», se queja la pasajera, que tenía que coger un tren en Vilafranca del Penedès para votar. La mujer ya ha pagado el taxi hasta la estación de Sants y no tiene previsto coger uno hasta su destino final. «Ahora me tendré que pagar otro taxi hacia Vilafranca? Se tienen que ganar la vida, pero no de este modo. Todo ello es una mierda y una porquería», remacha mientras espera que Adif dé algún tipo de información sobre la reanudación del servicio de tren.

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