Después de más de tres años de obras -38 millones de euros invertidos- y de un auténtico calvario para los vecinos y comerciantes, pero también para conductores, la nueva Via Laietana será una realidad el domingo 29 de junio. La nueva Via Laietana tendrá más espacio para los peatones -aceras de hasta 4 metros de ancho- y menos para el vehículo privado, uno de los objetivos de esta transformación.
Carril de subida: prohibido, pero con excepciones
Uno de los cambios sustanciales que notarán los conductores que aún recuerden la antigua Via Laietana es que el carril de subida solo lo podrán utilizar el transporte público, vecinos, taxis con origen o destino en la zona restringida, usuarios de aparcamientos, clientes de hoteles y vehículos de distribución de mercancías. Por ejemplo, podrán acceder al carril los usuarios de la plataforma logística del Mercado de Santa Caterina y, en un horario determinado y solo hasta Antoni Maura, así como los vehículos de distribución urbana de mercancías.
Ahora bien, el Ayuntamiento no dejará a la buena fe del conductor la decisión de respetar la prohibición. Durante el verano instalará un sistema de cámaras de lectura de matrículas para sancionar el paso de vehículos no autorizados, dando margen para que los vecinos de los barrios de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera y la Barceloneta y establecimientos puedan solicitar la autorización correspondiente. En cambio, el consistorio ha dejado fuera de este permiso a los vecinos del Gòtic, al considerar que ya tienen una salida en sentido montaña a través de la Rambla.

De hecho, esta medida no es pionera, ya se aplicó en la rambla d’Ègara de Terrassa, donde las cámaras capturan los vehículos infractores. Además de este carril, también habrá uno exclusivo de subida para las bicicletas, que de bajada deberán ir por el carril bus-taxi.
El carril de bajada, para todos
Junto con el carril de bus, taxi y bicicletas, de bajada también habrá un carril que permitirá la circulación a todos los vehículos. La nueva Via Laietana pasa de cinco carriles a tres: dos de bajada (uno para todos los vehículos y el otro para bus, taxi y bici) y uno de subida exclusivo para el transporte público y el tráfico local y con un carril bici segregado.