El funicular de Vallvidrera, que tiene más de ciento años de historia, retomará su servicio lo próximo sábado 24 de agosto después de que se hayan finalizado las tareas de revisión anual de la infraestructura. Así, el servicio volverá a ser el habitual a partir de este fin de semana, según ha informado Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). Los trabajos de mantenimiento han tenido la duración programada: tres semanas en agosto. Concretamente, se han revisado los componentes mecánicos y de control de la sala de máquinas, del trazado y de los dos vehículos. También se ha hecho una revisión de los frenos de la sala de máquinas y se han sustituido por seguridad el freno de carril y las ruedas del coche 2.
Además se han implementado mejoras a las puertas de andén de las estaciones para reducir el tiempo de resolución de posibles averías que se produzcan. Con todo, se busca mejorar la calidad y fiabilidad del funicular y que los usuarios estén más cómodos cuando viajan. Las reformas, además, permiten que el funicular continúe dando servicio con mucha disponibilidad. Se trata de un transporte público que utilizan cada día 4.000 personas.
Aun así, FGC ha garantizado la movilidad de estas personas durante las obras, puesto que han ofrecido un servicio alternativo por carretera con autobuses y con el mismo horario que el servicio del funicular. De hecho, estos horarios se pueden consultar en el web y a la aplicación del FGC.
Más de 100 años dando servicio
El funicular fue construido por la compañía del Ferrocarril Sarriá Barcelona ahora hace más de ciento años. Concretamente, se inauguró el octubre del 1906 para comunicar la línea del Vallès (estación Pie del Funicular) con el pueblo de Vallvidrera. Ya el 1979 se integró en la red de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña y, después de reformar los coches antiguos, el 1998 se hizo una reforma integral de la línea. En esta mejora se cambió toda la plataforma de vía, las estaciones y los vehículos permitiendo que el funicular funcionara de manera totalmente automática, con la vía protegida con puertas de andén a las estaciones.
Actualmente, la línea tiene una longitud de 736,6 metros con un desnivel de 158 m y una pendiente máxima del 29%. Funciona con dos vehículos con capacidad para 50 personas cada uno. El tiempo que dura el trayecto son 3 minutos y los usuarios que más lo utilizan son vecinos de Vallvidrera.
