Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) abrirá por primera vez a la ciudadanía las estaciones fantasma más conocidas de la red de metro. Se trata de las paradas de Correus y Gaudí. Las visitas se realizarán en octubre y noviembre, con reserva previa (las plazas se agotaron al cabo de pocas horas después de que la web de TMB colapsara). Pero más allá de Correus y Gaudí, el metro de la capital catalana tiene otras estaciones fantasma que no se pueden visitar.
Una de las estaciones que mucha gente desconoce que existió es la de Fernando. Situada bajo la Rambla, funcionó durante 22 años, entre 1946 y 1968. Construida entre el plan de la Boqueria y la calle de Ferran, formó parte de la prolongación de la línea I del Gran Metropolitano de Barcelona, que funcionaba entre Lesseps y Liceu. La estación contaba con 61 metros de largo y un único andén. Su proximidad a la parada de Liceu propició su cierre con la fusión del Gran Metropolitano y del Ferrocarril Transversal y la municipalización del servicio, lo que desembocó en una renovación y ampliación de este tramo del metro hasta el final de la Rambla, donde ahora se encuentra la parada de Drassanes de la L3. De hecho, los convoyes que circulan entre Liceu y Drassanes pasan por la estación de Fernando, de la cual prácticamente no se conserva nada.

Una estación bajo Via Laietana que nunca se usó
Otra estación que no se puede ver es la de Banco. Situada bajo la plaza de Antoni Maura con la Via Laietana, se construyó en 1911, pero los convoyes no circularon por ella hasta 1926. Sin embargo, nunca fue utilizada por los viajeros dada la proximidad de las estaciones de Urquinaona y Jaume I y porque se consideró que no tenía las dimensiones adecuadas. Una leyenda urbana que se contaba de esta estación era que el túnel conectaba con la cámara acorazada del Banco de España -donde ahora está la sede del BBVA- y se utilizaba para llevar allí la recaudación del metro.
En la línea 1 también hay una estación en desuso. Se trata de la parada de la Bordeta, que se inauguró en el año 1926 y formaba parte de la línea del Ferrocarril Metropolitano Transversal y en 1932 se amplió hasta Bordeta Cocheras. Cerró definitivamente a finales de 1983 con la ampliación de la actual L1 hacia la Torrassa y la construcción de la estación de Santa Eulàlia. Actualmente, la parte que queda de esta estación se utiliza para tareas técnicas.

En Correus la visita será de madrugada: se debe caminar por las vías
Una de las estaciones que sí se podrá visitar este otoño es la de Correus, que se encuentra al final de la Via Laietana. Esta parada estuvo en funcionamiento entre los años 1934 y 1972. Era una de las paradas del segundo ramal del Gran Metro. Según TMB, desapareció cuando la actual L4 se alargó hasta la Barceloneta. La visita a Correus se realizará de madrugada porque no tiene acceso desde la calle y se debe caminar por el túnel del metro y no puede haber convoyes circulando.
La parada que nunca se inauguró es la de Gaudí. Situada entre las paradas de Sagrada Família y Sant Pau | Dos de Maig, se construyó en 1968, pero nunca entró en servicio por su proximidad con la de la Sagrada Família. Se trata de una estación muy bien conservada, con los andenes prácticamente intactos, ya que se han realizado rodajes y se han colocado anuncios y decoración navideña. El vestíbulo de la estación se usa como sede de los trabajadores jubilados de TMB y uno de los accesos se ha reconvertido en una salida de emergencia. Durante la visita, se dará a conocer información sobre los 100 años de la historia del metro, que se celebró en 2024.

Las dos ‘estaciones fantasma’ de la L9
Aunque pueda parecer inverosímil, la L9, una línea de la cual todavía debe completarse el tramo central, también tiene estaciones fantasma. Una es la parada de la Ribera, en el municipio del Prat de Llobregat, entre el Prat Estació y les Moreres. Tal como explicó el TOT Barcelona en marzo de 2024, se construyó por la presión del Ayuntamiento del Prat en un solar en el que se debían levantar 3.500 viviendas que darían lugar a un nuevo barrio, el Eixample Nord. En 2016, se terminó la estación, pero los trenes no se detienen allí porque no se ha hecho ningún barrio nuevo y no se puede acceder al andén. Otra parada de la L9 que no ha entrado en servicio es la de Aeroport Terminal de Càrrega. Ubicada entre las estaciones de Aeroport T1 y Aeroport T2, dispone de escaleras mecánicas, dos ascensores y un andén de cien metros. Por ambas estaciones debería pasar también en el futuro la ampliación de la L2.