La Sindicatura de Greuges de Barcelona ha alertado del peligro para los peatones que suponen los carriles bici de las aceras y reclama bajarlos a la calzada. El organismo resuelve así una queja de un vecino por unos carriles bici que pasan por detrás de cuatro paradas de autobús de la calle Marina, en la Dreta de l’Eixample, donde en los últimos años se han registrado al menos dos incidentes entre una bici y un peatón. En el mismo barrio, en 2019 una bicicleta del Bicing atropelló a una mujer que bajaba de un autobús y que murió meses más tarde a consecuencia del siniestro. “Las aceras deben quedar libres de obstáculos que resten espacio a los peatones, que son sus usuarios naturales”, concluye el síndic.
El promotor de la queja alertaba del peligro que supone para los peatones el carril bici que transcurre por la acera de la calle Marina, entre la calle d’Ali Bei y la Gran Via de les Corts Catalanes. Ante la circulación incívica de algunas bicis y patinetes, el vecino reclamaba al Ayuntamiento que mejorara la señalización de la zona. La problemática se extiende hasta dos calles más arriba, en Consell de Cent, añade el informe de la Sindicatura de Greuges. En este tramo hay cuatro paradas de autobús –dos en cada acera– por donde circulan seis líneas, tres diurnas y tres nocturnas. También hay varias salidas de la estación de metro de la Monumental (L2) y el recinto homónimo, donde a menudo se celebran conciertos y espectáculos.
A raíz de la petición del síndic, el consistorio emitió un informe que defendía que los carriles bici de la zona “están delimitados por señalización en el pavimento de Ceda el paso cerca de la parada, y por una señal vertical que obliga a circular por el carril reservado a las bicicletas y a los MVP”, explica el organismo. El problema es que la señal vertical solo se encuentra en uno de los carriles, y por eso se está valorando la posibilidad de colocar otra en la otra acera. Así mismo, se propone cambiar la señal de Ceda el paso del pavimento para alertar a las bicis y los patinetes que se acercan a una zona peatonal y que deben “extremar la precaución y reducir la velocidad”. En el documento, el consistorio también señala que la Mesa de Movilidad del distrito ha acordado bajar el carril bici de la acera a la calzada, pero que los “detalles de la ejecución aún se están estudiando” por la “complejidad urbanística” del tramo afectado.
Un precedente trágico en la Dreta de l’Eixample
En el tramo de la calle Marina denunciado a la Sindicatura de Greuges se han registrado dos incidentes importantes entre bicis y peatones, uno en el año 2023 y otro en 2024. En uno de los incidentes, el peatón se encontraba a unos 60 metros de la parada de bus. Este 2025 no se ha registrado ningún accidente. En el mismo barrio, en la avenida Diagonal entre Bruc y Girona, una mujer fue atropellada por una bicicleta del Bicing cuando bajaba de un autobús de la línea 33. El ciclista huyó del lugar de los hechos y la aseguradora tuvo que pagar 457.000 euros a sus dos hijos en concepto de indemnización. La mujer, de 63 años, sufrió un traumatismo craneal grave en enero de 2019 que le causó complicaciones de salud y finalmente moriría en abril de 2020.
En su informe, el síndic concluye que “se debe priorizar [a los peatones] por encima del resto de agentes que participan en la movilidad” en las aceras. “El riesgo que supone un carril bici en un punto de acceso a una parada de bus es especialmente alto para colectivos como las personas mayores o con movilidad reducida. Esto, de hecho, se suma a otros obstáculos que encuentran en su día a día y que les dificultan el paso, como las jardineras o las motos aparcadas en la acera”.
