Miles de taxis han bloqueado las rondas para colapsar los accesos a Barcelona con una nueva marcha lenta para protestar contra los precios “abusivos” de los seguros y la competencia desleal de los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC). El principal sindicato del sector, Élite Taxi, ha convocado una parada total del servicio y ha movilizado más de 3.000 taxis de toda Cataluña para cortar la ronda de Dalt (B-20) y la ronda Litoral (B-10).

Los taxistas han salido en dos columnas desde la T1 y la T2 del Aeropuerto del Prat circulando a paso de tortuga para colapsar los accesos a Barcelona y luego volverán hacia el aeropuerto. Élite Taxi ha diseñado una operación candado para “cerrar” la capital catalana. «Colapsaremos las dos rondas, haremos una protesta muy fuerte», advierte el portavoz del combativo sindicato, Tito Álvarez, en declaraciones a TV3. La movilización tendrá réplicas en el resto del Estado, donde también habrá protestas masivas.

Marcha lenta de Élite Taxi en la plaza España de Barcelona / Europa Press

Tito Álvarez ha asegurado que más de 3.000 taxistas se han sumado a la marcha lenta y que aún hay quienes llegan a las dos terminales del Prat para iniciar el recorrido de la protesta. También hay más taxistas que esperan en diferentes puntos de la ciudad para unirse a la caravana. “Es un éxito total”, ha celebrado. Álvarez también ha adelantado que el sector prepara nuevas movilizaciones. El 11 de febrero será la próxima, que saldrá desde las Torres Venecianas de plaza España y se dirigirán hacia la sede del Departamento de Territorio, que es quien tiene las competencias de Transporte y Movilidad, en la avenida Josep Tarradellas.

¿Por qué protestan los taxistas?

El sector del taxi lleva años en pie de guerra porque considera que las administraciones públicas están dejando morir una actividad clave para la movilidad urbana. Élite Taxi denuncia que las compañías aseguradoras han subido de manera “abusiva” las pólizas que cubren la actividad de los taxistas. El sindicato alerta que, en algunos casos, han aumentado un 300% y un 400%. Por eso reclaman al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que presione al Ministerio de Economía para “poner freno al abuso” de las aseguradoras y que, por ley, las compañías aseguradoras tengan que “cotizar las pólizas de manera individual” y separen a los taxistas de los VTC. 

También exigen a la Guardia Urbana, a los Mossos d’Esquadra y al resto de policías locales de Cataluña que aumenten los controles para detectar prácticas irregulares de los VTC. “Estas empresas se burlan de nuestras leyes, instituciones y fuerzas de seguridad y es imprescindible actuar de manera contundente contra esta lacra”, criticaba hace unos días Tito Álvarez. Los últimos controles de la Urbana demuestran que hay mucho camino por recorrer. A finales de diciembre, la policía barcelonesa revisó 25 coches VTC, de los cuales el 80% fueron “retirados de la circulación” porque no tenían autorización. Un control similar hecho en enero acabó con 20 coches más retirados de los 23 que se inspeccionaron.

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