El FC Barcelona vuelve al Camp Nou este sábado con un primer aforo de 45.000 espectadores, la mitad de los que cabían antes de las obras, y espera poder reabrir el resto de la gradería, hasta los 60.000, antes de terminar la temporada. A pesar de que las cifras son inferiores a las de 2023 –todavía falta por construir la tercera grada– el regreso del club blaugrana al barrio de Les Corts pone a prueba los planes de movilidad del distrito tres años después del último partido en el estadio culé. Los vecinos vivían tranquilos con el club blaugrana en Montjuïc y han presionado al Ayuntamiento para que el operativo priorice sus usos a los de la afición. El ejecutivo, que reevaluará el plan de forma periódica, ha cedido en algunas cuestiones clave y los vecinos esperan el partido del sábado contra el Athletic Club con expectación.
Probablemente, esta inquietud es lo que ha llevado a la primera teniente de alcaldía y concejala de Movilidad, Laia Bonet, a reiterar las bondades de un plan estudiado “hace meses” y que intenta “minimizar el impacto que genera la gran afluencia los días de partido”. Los estudios realizados por el Barça y el Ayuntamiento prevén que el 36,5% de los aficionados, casi cuatro de cada diez, vayan al Camp Nou a pie y que un 22,1%, dos de cada diez, lo hagan en transporte público. En todo caso, basándose en los datos de hace tres años en el Camp Nou y de las últimas temporadas en Montjuïc, también se prevé que una cuarta parte lo haga en coche y un 6% en moto.

Bonet ha hecho “un primer llamado” a los aficionados culés a ir a pie al estadio. “Se ha trabajado para priorizar que las aceras estén liberadas y para que los itinerarios principales sean para los que van a pie”, ha reiterado la teniente en una rueda de prensa que se ha replicado poco después a los vecinos en una reunión conjunta con el personal del Barça. El plan diseñado busca, en palabras de la misma Bonet, garantizar el máximo espacio para los peatones, amparar las necesidades vecinales y ordenar los diferentes transportes.
Es en este último objetivo que el distrito ha licitado la instalación de siete cámaras que controlarán el acceso a la calle de Mejís Lequerica y los alrededores de Felipe de Paz, de exclusividad vecinal. Tras las quejas expresadas en las primeras reuniones, el Ayuntamiento ha aceptado cambios en el plan para que este entorno, que inicialmente se preveía como alternativa a la travesía de Les Corts, quede finalmente restringido al tráfico. El Ayuntamiento controlará con cámaras y multará a los coches que no tengan acceso. Los vecinos deberán introducir sus datos y la matrícula en una aplicación, y las visitas familiares u otros conocidos tendrán diez días posteriores para introducir los datos si no quieren recibir la multa.
En todo caso, el ejecutivo admite que las cámaras no estarán instaladas hasta la próxima temporada y confía el control de los próximos meses a la Guardia Urbana, que establecerá patrullas en todos los cruces. El intendente de Les Corts, Agustí Hernando, ha detallado que no se exigirá de entrada el DNI ni ningún otro documento, amparándose en la experiencia del cuerpo en este tipo de dispositivos. “Nos acostumbramos a darnos cuenta rápidamente si es un vecino o no y, en caso de duda, haremos la identificación”, ha resumido, admitiendo, eso sí, que la policía también está “deseando” que lleguen las cámaras.

Victoria vecinal con los autocares
Los otros dos vértices del plan tienen los autocares y el aparcamiento de los vehículos particulares en el centro. Respecto a los autocares, el Ayuntamiento quiere evitar la imagen de decenas de vehículos colapsando la calle de Gregorio Marañón, tal como se preveía en un inicio, y ha pedido al Barça que retire los autocares a la zona del antiguo Miniestadi durante los partidos. Los peñistas subirán y bajarán unos metros más al norte, más cerca de la Diagonal y en el cruce con la calle de Martí i Franquès, a unos 10 minutos a pie del estadio.
El intendente Hernando ha confirmado que no se cortará la calle del doctor Marañón de manera sistemática y que solo se prevén “cortes dinámicos”, es decir, cortes provisionales si las circunstancias de seguridad lo exigen. Toda una victoria vecinal del barrio de La Maternitat i Sant Ramon, que había alzado la voz en diferentes órganos de participación del distrito exigiendo que se les dejara atravesar una arteria de entrada y salida clave al barrio. En diferentes protestas, los vecinos habían plantado cara a los responsables del plan de movilidad con pancartas como “Somos vecinos, no intrusos” o “90 minutos de partido, horas de bloqueo en el barrio”.

Diferentes zonas de aparcamiento
Por otro lado, los tiques de entrada para el partido –que han despertado críticas por los precios elevados; necesarios, según el club, para compensar las pérdidas de los dos partidos jugados en el minúsculo Johan Cruyff– informarán de las diferentes zonas de aparcamiento disponibles ahora mismo. En un radio de distancia de un kilómetro y medio hay capacidad para 9.500 coches, y el club prevé construir un parking subterráneo en el Espai Barça. El Ayuntamiento también habilitará un total de 2.000 plazas de motos –entre las ya existentes y las nuevas– alrededor del estadio, cediendo a la causa un solar público que hay en el parque de la Bederrida con capacidad para 600 motos. Hasta ahora había una carpa de usos deportivos en este emplazamiento y el ejecutivo, que defiende que es una cesión “provisional”, aún no ha decidido qué hará próximamente.
Ninguna sorpresa significativa respecto al transporte público, que “siempre se refuerza cuando hay grandes eventos en la ciudad”, ha defendido Bonet. En la práctica, este refuerzo se materializa con un tren extra en la línea 3 y dos más en la 5. La teniente también ha explicado, sin entrar más en detalle, que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) trabaja en un protocolo para agilizar las diez líneas de bus que circulan cerca del Camp Nou.
