El doble corte en la calle Comte d’Urgell por las obras de la L8 tensa aún más la movilidad en el Eixample y pone a prueba la paciencia de los conductores que entran a Barcelona por la Diagonal. Este lunes es el primer día laborable con la calle Urgell cortada entre la plaza Francesc Macià y la calle Buenos Aires, que afectará a los 20.000 conductores que cada día utilizan esta ruta para llegar al centro de la ciudad. Desde finales de enero, la misma calle Urgell está cortada entre Muntaner y Còrsega, un tramo por donde pasan 32.000 coches diarios y que también ha obligado a hacer desvíos de tráfico.
Las afectaciones a la circulación se completan con la eliminación de un carril de entrada para los vehículos privados en la avenida Diagonal entre Numància y Francesc Macià. El Ayuntamiento de Barcelona ha diseñado un itinerario alternativo que consiste en bajar por Numància hasta la calle Berlín o, en caso de continuar por la Diagonal, bajar por la avenida Josep Tarradellas, donde uno de los dos carriles ascendentes se ha cambiado de sentido para que se pueda utilizar de bajada. Este lunes por la mañana el tráfico era denso en la zona, pero no se han registrado más atascos de lo habitual.

El corte en la calle Urgell por las obras de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) también tiene afectaciones en las paradas terminales de autobuses interurbanos, que el consistorio ha reubicado cerca del tronco central de la Diagonal, que dispone de más capacidad en ambos sentidos, especialmente para salir de la ciudad. En concreto, se han reubicado las cuatro paradas terminales —que dan servicio a 13 líneas— situadas en las calles Comte d’Urgell, Comte Borrell y Buenos Aires y se han situado en la acera montaña de la Diagonal, entre la plaza Francesc Macià y la avenida de Sarrià.
Obras en la calle Urgell hasta Navidad
Los trabajos en superficie en la calle Comte d’Urgell se prolongarán durante un año y está previsto que se puedan finalizar antes de las fiestas de Navidad de 2025. Las obras se enmarcan en la prolongación de la línea de FGC Llobregat-Anoia y su interconexión con las líneas del Vallès. Incluyen la construcción de un túnel de cuatro kilómetros y tres nuevas estaciones: Hospital Clínic (intercambio con L5), Francesc Macià (intercambio con tranvía) y Gràcia (FGC). También se aprovechará para remodelar las estaciones actuales de Plaça Espanya y Gràcia. La obra cuenta con un presupuesto de 300 millones de euros, pero una vez sumado el importe de las instalaciones de túneles y estaciones y de la arquitectura de las estaciones, el importe final se eleva a 412 millones.