Barcelona ha arrancado esta semana la transición hacia un nuevo modelo de títulos de transporte público. Buena parte de las máquinas de autoventa de la red de la capital catalana ya solo venden los abonos con el formato de la T-Mobilitat -con una tarjeta de cartón sin contacto y recargable– y la previsión es que el tradicional billete con banda magnética acabe desapareciendo prácticamente del todo a mediados de enero del 2024.

El nuevo formato de la T-Mobilitat de cartón no requiere registro previo y costará medio euro, que se pagará solo una sola vez. La flamante tarjeta solo admite la recarga de un título al mismo tiempo, es decir, no puede contener diferentes abonos a la vez. Entre los títulos disponibles están la T-casual, la T-grup y la T-familiar.

En este sentido, la T-usual merece un capítulo aparte. Este abono tendrá un diseño específico que requerirá el DNI o el pasaporte en el momento de la compra, puesto que se trata de un abono personal e intransferible, y no se podrá recargar una vez agotada con otras tipologías de billetes. Lo mismo pasará con otros títulos como el de familia numerosa o monoparental, la T-16 o la T-jove que tienen un formato específico en plástico y en algunos casos también en móvil.

La resistencia de los viejos abonos

Sin embargo, no todos los abonos pasarán a existir solo en este nuevo formato. En concreto, dos títulos mantendrán el clásico billete de cartón con banda magnética vigente hasta ahora. Se trata del billete sencillo y de la tarjeta T-rosa, una tipología propia del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para personas mayores de 60 años o que tienen una discapacidad acreditada a partir del 33%. Ambos billetes se seguirán adquiriendo en las máquinas de autoventa en formato de cartón con banda magnética, de forma que se convertirán en la verdadera resistencia de los viejos abonos de la red de transporte público.

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