Comienza la operación salida de este fin de semana largo. Desde Trànsit prevén que, entre las tres de la tarde de este viernes hasta la misma hora del sábado, salgan 460.000 coches del área metropolitana de Barcelona. Por el contrario, la administración prevé que el lunes por la tarde regresen 250.000 coches, mientras que el resto de vehículos lo harán en otros momentos del puente de la Purísima. Durante este fin de semana, los Mossos d’Esquadra desplegarán 1.425 agentes, que realizarán 910 controles, para controlar que no haya accidentes de tráfico y controlar la movilidad, teniendo en cuenta las restricciones debido a la peste porcina.
De hecho, el director de Trànsit, Ramon Lamiel, ha vuelto a recordar antes del inicio de la operación salida que no se puede acceder a las zonas naturales de Collserola debido a la peste porcina, aunque esto no afecta la situación viaria general. Lamiel asegura que en el último año ha aumentado el volumen de tráfico cerca de un 3%. Este factor, sumado a que se trata del primer fin de semana largo después del verano -ya que el 12 de octubre y el 1 de noviembre cayeron en fin de semana-, la previsión de desplazamientos es muy elevada. Para mejorar la fluidez del tráfico, el SCT adoptará medidas especiales como carriles en sentido contrario, cancelación de carriles, carriles de incorporación, cierre de accesos o balizamiento de arcenes, entre otros. Tanto en la operación salida como retorno, en la C-16 se eliminará un carril entre Berga y Cercs, en la C-17 se abrirá un carril adicional en Ripoll y el carril Bus-VAO de la C-58 quedará abierto a todos los vehículos en ambos sentidos.

Más de 900 controles de los Mossos
Los Mossos d’Esquadra habilitarán durante todo el fin de semana más de 900 controles para mantener la seguridad en la carretera. Una tercera parte de estos controles, 293 concretamente, serán de alcohol y drogas. 165 serán de distracciones, 129 de seguridad pasiva, 128 de motos, 123 de velocidad y 72 de transportes. Por otro lado, los Mossos tendrán dos helicópteros con radar y una avioneta, todos con cámaras para retransmitir en directo las incidencias viales. También habrá tres carros-radar operativos en la A-2 y en la AP-7 en el Ebro. Justamente, en este último punto entra en vigor este viernes la reducción de velocidad en sentido sur, a 100 km/h para los vehículos en general y a 80 km/h para los camiones.
