El alcalde Jaume Collboni celebra la llegada del tranvía hasta Verdaguer, una conexión «que comenzó hace 20 años y que nunca debería haberse detenido», ha dicho esta tarde. Collboni, que finalmente ha hablado del tranvía el domingo por la tarde, después de suspender la inauguración institucional –prevista para el sábado– por la huelga de los trabajadores de TRAM, ha insistido que el «compromiso» de su ejecutivo es «continuar la conexión hasta Francesc Macià por la Diagonal». Una conexión, en todo caso, que el alcalde insiste en vincular a la aprobación de los presupuestos municipales de 2025. «Hago un llamado a la oposición. Somos partidarios de continuar la conectividad, pero para hacerla, evidentemente, se necesitan presupuestos», ha remarcado.
La advertencia de Collboni llega horas después de que los Comuns hayan pedido el inicio de las obras del siguiente tramo «tanto si hay presupuestos como si no». Coincidiendo con el estreno del trayecto hasta Verdaguer, que sumará tres nuevas paradas, la presidenta del grupo municipal de Barcelona en Comú, Janet Sanz, ha pedido al alcalde que «desligue» el proyecto del tranvía de las cuentas municipales. Los Comuns argumentan que los presupuestos agrupan muchas cuestiones, muchas de las cuales, como la vivienda, no generan acuerdo, pero que, en cambio, la conexión del tranvía sí cuenta con «acuerdo político».

Sea como sea, Collboni ha insistido en que la conexión del tranvía «necesita dinero» y que se necesitan presupuestos a ambos lados de Sant Jaume «para incluir estas inversiones». El alcalde ha pedido a la oposición que apruebe los presupuestos del Ayuntamiento y también los de la Generalitat, ahora en manos del también socialista Salvador Illa. La conexión del tranvía es un proyecto compartido entre ambas administraciones.
Qué piensan los partidos del tranvía
Los Comuns y el PSC son los que mencionan con más entusiasmo la conexión completa, que en los últimos 20 años se ha convertido en un lío político que ha emergido con fuerza con la alcaldía de Ada Colau. Más tímido es ERC, que ha ido cambiando de opinión en estos 20 años, aunque en 2021 acordó la conexión con Colau. En reiteradas ocasiones, Collboni ya ha dicho que su preferencia es la aprobación de las cuentas con Comuns y ERC. Los otros tres partidos del Ayuntamiento, Junts, PP y Vox, son bien contrarios a la conexión. De hecho, los tres enarbolan la bandera del ‘no’.