Si el Ayuntamiento y la Generalitat consiguen disponer de presupuesto el próximo año, la conexión del tranvía por la Diagonal podría ser una realidad totalmente a finales de 2028. El gobierno de Jaume Collboni ya tiene el proyecto ejecutivo entre Verdaguer y Francesc Macià, pero las obras solo empezarán -en principio el verano de 2025- si el nuevo Gobierno catalán, encabezado por Salvador Illa, si consigue ser investido-, y el consistorio barcelonés aprueban las cuentas anuales de 2025. La condición puesta por el alcalde, y remarcada este jueves por la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, es un dardo envenenado a los Comunes, que este 2024 han votado en contra de las cuentas de la ciudad y de la Generalitat, precipitando la convocatoria de las elecciones catalanas: si el partido de Ada Colau quiere el tranvía, tendrá que avalar los presupuestos a un lado y otro de la plaza de Sant Jaume.
La unión del tranvía por la Diagonal no ha estado exenta de polémica. Este 2024 se han cumplido 20 años de la inauguración del TramBaix. Fue el 3 de abril de 2004. Las pruebas sin pasaje estuvieron marcadas por una veintena de accidentes en municipios del Baix Llobregat. Un mes después, el 8 de mayo del mismo año, se estrenó el TramBesòs. Desde entonces, las diferentes fuerzas políticas no se pusieron de acuerdo para sacar adelante el proyecto hasta el pasado mandato. En diciembre de 2020, el gobierno de la alcaldesa Colau y Collboni cerraron un acuerdo con ERC para que el tramo entre Glòries y Verdaguer fuera una realidad. Después de construir el colector en Verdaguer, las obras de la red tranviaria, entre Glòries y Verdaguer, empezaron la primavera de 2022 y la previsión es que el servicio entre en funcionamiento este otoño, una vez se terminen las pruebas sin pasaje.

Después de un año del gobierno de Collboni valorando si las obras se retrasaban al próximo mandato, una posibilidad que el alcalde verbalizó públicamente, e incluso si se optaba por un recorrido alternativo, este jueves el Ayuntamiento ha presentado el proyecto ejecutivo de la conexión del tranvía, entre el paseo de Sant Joan y la plaza de Francesc Macià. Las que siguen son las principales claves de la propuesta:
El presupuesto
Collboni ha condicionado el inicio de obras a disponer de presupuestos en el Ayuntamiento y en la Generalitat en 2025. Los costes municipales subirán a 114,2 millones de euros, e incluirán 59,5 millones para la construcción del colector, entre la calle de Girona y la plaza de Francesc Macià, y 55 más para la urbanización de los 2,8 kilómetros entre Verdaguer y la avenida de Sarrià. A estas partidas, habrá que añadir unos 100 millones más que tendrá que pagar la Generalitat y que corresponden en la red tranviaria, según los cálculos hechos por Bonet. En total, serán más de 200 millones de euros. El tramo entre Verdaguer y Glòries ha costado unos 120 millones de euros, incluido el colector de Verdaguer.

El calendario
Si se dispone del dinero, las obras podrían empezar el verano de 2025 y se prolongarían durante 40 meses, es decir, hasta finales del 2028, si no hay atrasos. La aprobación inicial de los proyectos municipales -colector y reurbanización- se prevé para finales de año y la definitiva para la primavera del 2025. Según Bonet, esta tramitación tiene que ir en paralelo a la del presupuesto municipal para poder empezar las obras de aquí a un año, aproximadamente. En paralelo, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), un órgano inter administrativo presidido por la Generalitat, tendrá que tramitar el proyecto de la infraestructura y las instalaciones del tranvía.
El ámbito de actuación
Se actuará en toda la Diagonal, desde el paseo de Sant Joan hasta la avenida de Sarrià, unos 2,8 kilómetros de longitud y cerca de 115.000 metros cuadrados. Los usos actuales de la arteria cambiarán totalmente. En general, el tráfico privado quedará reducido a dos carriles por sentido de circulación en los laterales. En todo el ámbito, se ganarán unos 16.000 m² de espacio para peatones y 18.900 en áreas verdes, y se destinarán 8.700 m² a las bicicletas, 1.800 más de los que hay en la actualidad.
¿Cómo cambiará la Diagonal?
La reurbanización de la Diagonal se hará en tres actuaciones diferenciadas. En la primera, entre el paseo de Sant Joan y el paseo de Gràcia, la plataforma del tranvía se construirá en la parte central, junto con un carril bici bidireccional de cuatro metros, separados por un parterre. Las aceras crecerán de los 2 a los 7,5 metros. Y el tráfico quedará reducido a dos carriles por sentido en los laterales, entre dos hileras de árboles. En este tramo se instalará una de las tres paradas previstas, entre el paseo de Gràcia y Pau Claris.
Entre el paseo de Gràcia y Francesc Macià, las obras no tocarán las aceras ampliadas hechas por el alcalde Xavier Trias, en una urbanización que se completó en 2015, y solo se actuará en el tramo central, donde se ubicará la plataforma del tranvía, los carriles bici unidireccionales (de unos cuatro metros) y las paradas de Balmes y Casanova, mientras que los laterales, de cinco metros cada uno, pasarán a tener dos carriles de circulación por sentido.

Finalmente, entre Francesc Macià y la avenida de Sarrià, se reformará la parte perimetral de la plaza para renovar las aceras, poner más árboles y modificar el carril bici bidireccional, que hará la vuelta a la plaza. El tranvía circulará por el lado mar de la plaza. Además, la parada se ampliará y se convertirá en un intercambiador de buses urbanos e interurbanos, y se reordenarán los carriles centrales de la Diagonal, entre la calle de Fra Luis de Granada y Francesc Macià.
El colector
La construcción de un nuevo colector, entre la calle de Girona y la plaza de Francesc Macià, será el paso previo necesario a la construcción del tranvía. Estas obras de mejora tienen que permitir disminuir el riesgo de inundación y circulación de agua en superficie de la avenida y el entorno. Se pasará de un caudal de los 85 m³/s a unos 140, y la capacidad hidráulica ganada será de 60 m³/s.

¿Quiere la ciudadanía el tranvía?
El último barómetro municipal, presentado hace una semana, subraya que la mayoría de los barceloneses quieren la infraestructura. Lo avalan el 68,9% de los encuestados, mientras que en contra se posicionaron el 19,3%. Sin embargo, hay que recordar que en 2010, un año antes de las municipales, el alcalde Jordi Hereu organizó una consulta sobre la reforma de la Diagonal y el voto mayoritario fue no tocarla. En el proceso participativo solo votó el 12,17% del censo y, además de la opción ganadora, se podía elegir si se quería una rambla o un bulevar, en los dos casos con el paso del tranvía, si bien ninguna de las preguntas hacía referencia explícita al transporte. Como consecuencia del fracaso de la consulta, Hereu destituyó al primer teniente de alcaldía e ideólogo, Carles Martí, y un año después perdió las elecciones ante Trias.
La explotación futura del tranvía
La actual explotación del tranvía la hace la empresa Tram. La concesión acaba en 2032. Descartado, a priori, el rescate de la concesión, puesto que costaría entre 227 y 440 millones, según datos municipales de 2018, todo apunta que será de aquí a ocho años cuando, o bien Ferrocarrils de la Generalitat o Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), dos empresas públicas, asumirá la gestión, pero no antes. El TOT Barcelona le ha preguntado este jueves a la teniente de alcaldía de Urbanismo sobre esta cuestión, pero Bonet no se ha mojado. «Se tiene que hacer un debate serio allá donde toca, que es la ATM». Además de la Generalitat, forman parte de la ATM, el Ayuntamiento de Barcelona y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), entre otras administraciones. La regidora tampoco ha concretado cuál es el posicionamiento del Ayuntamiento sobre la futura explotación, con el mismo argumento, que es una decisión que se tiene que tomar en la ATM.