Barcelona ha acelerado la lucha contra las infracciones de tráfico, especialmente en los entornos escolares. Los polémicos radares escolares, que reducen la velocidad de los vehículos a 30 kilómetros por hora, han sido bastante celebrados por la comunidad educativa, pero a la vez ha despertado críticas. De hecho, el ejecutivo de Jaume Collboni flexibilizó los horarios de estos nuevos radares para hacer frente, en parte, a estas críticas. Ahora bien, los radares que más respeto generan a los conductores son los radares de tramo, que calculan la velocidad media entre dos puntos concretos de una calle (o carretera) y obligan, pues, a rebajar la velocidad de forma constante. En Barcelona hay cinco radares de este estilo.
Los radares de las rondas
Los dos radares tram más conocidos, también en parte porque están muy señalizados, son los que hay en las rondas. El primero lo encontramos a la ronda de Dalt, entre la plaza de Karl Marx y el nudo de la Trinidad. Operativo desde 2016, es el de la ronda de Dalt es primer radar tramo que se instauró en la ciudad. Es más, este fue el único radar tramo durante seis años en la ciudad. El año 2021 llegaron el resto. El de la ronda Litoral entre la Barceloneta y Miramar es otro radar bastante conocido. La velocidad en estas vías es de 80 km/h si bien también hay tramos de 60.

Los radares de tramo de los túneles
A partir de aquí, los otros tres puntos controlan la velocidad en tres túneles concretos de la ciudad. El túnel de Badal, entre la plaza Cerdà y la avenida Diagonal, ha colocado uno. El otro lo encontramos al túnel de la Rovira, entre la plaza de Alfonso el Sabio y la rambla del Carmel. Y el último, también bastante conocido, está situado al túnel de Glorias, estrenado hace pocos meses.
Estos cinco radares forman parte de la treintena de puntos de control que hay en la ciudad. Un grosor importante son radares fijos, que captan instantáneas concretas en un punto. Pero también hay radares móviles que la Guardia Urbana coloca en puntos concretos, ante una determinada situación o en contextos concretos. Según argumenta el mismo Ayuntamiento, los últimos radares que se han instalado en Barcelona responden a un intento de mejorar la seguridad de las zonas más vulnerables de la ciudad, como por ejemplo las escuelas.