Barcelona se prepara para un verano de obras, con los efectos que esto comporta para la movilidad. El Ayuntamiento implementará en varios barrios de la ciudad un total de 56 intervenciones de varios tipos -desde actuaciones de urbanización hasta mejoras de servicios o infraestructuras- con una inversión total de 29 millones de euros. De entre la muchedumbre de afectaciones, las que más golpearán la normalidad en el movimiento de los ciudadanos serán la cobertura de la ronda de Arriba en el Valle de Hebrón, las obras de vía Laietana y la Rambla, el paso del tranvía por la Diagonal y las Glorias y las obras a plaza España dedicadas a la línea L-8 de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña. Más allá de estos grandes proyectos, los usuarios sufrirán varias afectaciones a la red de metro; así como los efectos de obras de mejora de las redes de suministros -agua freática, gas natural y electricidad-.
La más relevante de estas intervenciones será la de la Ronda de Arriba, prevista para ser finalizada en 2027, pero que tomará impulso durante el presente verano. Se trata de la cobertura de la vía entre el instituto Vall de Hebrón y la avenida Vallcarca, recientemente comenzada. En el tramo afectado, se cortará uno de los tres carriles en cada sentido; con paradas de la circulación en momentos de especial intensidad de las obras. Por otro lado, la plaza España se verá afectada por el prolongar de la L-8 de los FGC. Cómo en el caso de la ronda, el proyecto obligará a reducir los carriles disponibles para el tráfico en la calle Urgell, en este caso en la mitad -de los cuatro actuales a dos-. Más allá de la vía pública, la hoja de ruta de la iniciativa obligará a cortar un centenar de árboles al parque Joan Miró para hacer el pozo de tierras, con una importante resistencia por parte de los vecinos del barrio. Fuera del mencionado, también habrá dificultados añadidas a la misma plaza, así como a la Vía Augusta y en la plaza Francesc Macià, entre otros puntos.

De Sants en Ciutat Vella
Entre el Arrabal y el Gótico, las obras en la Rambla y en la vía Laietana serán el proyecto central del distrito de Ciutat Vella, con importantes afectaciones sobre la movilidad. No flotarán, pero, toda la temporada. De hecho, las afectaciones a la parte baja de la Rambla están previstas para ser finalizadas a mediados de julio; mientras que todavía quedará verano cuando finalice la intervención al límite de vía Laietana con el mar. Así, pasadas unas semanas se podrán eliminar las restricciones a la movilidad en las plazas de Correos y Idrissa Diallo. Más arriba, se encontrarán dos puntos de obras en la avenida Diagonal. En primer lugar, entre las Glorias y el paseo San Juan, se culminarán las tareas de urbanización del paso del tranvía, que empezaría a funcionar en otoño. También a las Glorias, las obras actuales permitirán una ligera actualización a quien quiera circular, con el traslado de la estación de autobuses a la parte baja del espacio -donde se situará el intercambiador-. A la salida sur se instalará un nuevo carril buzo, con la previsión de conectar con la B-23 para acabar eliminando el carril reversible a finales de verano del 2025.
Finalmente, las obras de renovación de la estación de Sants provocarán afectaciones en la avenida Roma, en un primer paso para implementar el nuevo edificio. Por otro lado, a la ronda Sant Antoni se implementarán cambios a las aceras; y también se espera hacer al pasaje de la Mulassa. En cuanto a las diversas pavimentaciones, con unos 100.000 metros cuadrados proyectados, afectarán en varios barrios, desde Gracia hasta Sant Gervasi. Con todo, la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet, ha recomendado paciencia a los ciudadanos por la muchedumbre de afectaciones, dado que «las obras de hoy son la ciudad de mañana».