La nueva Meridiana avanza. Este miércoles el Ayuntamiento ha presentado cómo será la reforma del siguiente tramo que queda por hacer. Sin duda, el más polémico de todos. Los vecinos desconfían que el verde se convierta en el gran protagonista de la calle, pero reconocen que se eliminará gran parte del ruido, hecho que celebran enérgicamente. En todo caso, tal como explicó el TOT Barcelona, la polémica no viene ni por el verde ni por los coches, sino por una parada de buses interurbanos «encubierta» a la altura del metro de Sagrera. El Ayuntamiento ha empezado a mover ficha para rebajar las críticas y estudia de qué manera se puede eliminar esta parada.
La teniente de urbanismo, Janet Sanz, reconoce que uno de los objetivos es que los buses que venden otras comarcas «puedan entrar rápidamente en Barcelona» y que este es el principal motivo por el cual incorporan «un nuevo carril buzo» en este tramo. Pero desde el Ayuntamiento son conscientes del malestar que se ha generado entre los vecinos, y por eso pedirán a la Generalitat «que muchas de las líneas que entren en Barcelona hagan parada a la estación de Fabra y Puig o al nuevo hub intercambiador de las Glorias». Este hecho permitiría reducir una cantidad importante de los buses que actualmente se paran durante un buen rato en Meridiana.

Objetivo: reducir 7 de cada 10 buses
Desde la asociación de vecinos celebran que el Ayuntamiento se haya abierto a estudiar sus alegaciones. «Como mínimo, reconocen que han sentido a hablar del problema», dice al TOT el portavoz vecinal Oleguer Méndez. El ejecutivo está trabajando en una nueva propuesta para redistribuir las líneas más conflictivas en otras paradas y pronto la presentará a la Generalitat, el órgano que puede modificar los horarios de los buses interurbanos. Ahora bien, fuentes municipales reconocen a este diario que no hay nada cerrado y que todavía puede haber cambios.
Sea como fuere, la concejalía de Movilidad ya tiene en mente las líneas maestras de esta propuesta. Es más, en el último Consejo de barrio de la Sagrera, el Gerente de Movilidad e infraestructuras del Ayuntamiento, Manuel Valdés, abrió la puerta a que 7 de cada 10 buses que actualmente paran en la Meridiana dejen de hacerlo después de la reforma. Los técnicos municipales calculan que 451 autobuses acaban cada día su recorrido a la altura de Sagrera y, por lo tanto, se están un rato largo parados a la polémica parada. De estos, el Ayuntamiento considera que unos 162 –los de la UAB y Ripollet– no hacen recorridos tan largos como para tener que descansar tanto al inicio como el final del recorrido y propondrá en la Generalitat que la pausa reglamentaria sea fuera de la ciudad.

Hay otras paradas que sí que necesitan regular el tiempo de descanso en Barcelona. En este sentido, los buses que vienen de Badia, Montornès y Caldes (24 expediciones) pueden pararse a Fabra i Puig. Esta solución es una de las principales peticiones vecinales, pero Valdés avisa que «no podemos abusar de este recurso porque el intercambiador principal está a Sagrera». Aun así, se propone alargar un total de 125 trayectos más hasta el Clot, hecho que permitiría utilizar Meridiana-Sagrera como una parada más y no como final de línea. Si la Generalitat aceptara, estas medidas reducirían el impacto de los buses en un 69%.
Eliminar la vuelta que los hace entrar al barrio
Otra situación polémica la generan los buses que aprovechan las calles de la Sagrera para girar y volver a Meridiana, un hecho que enoja especialmente a los vecinos de las calles afectadas. En este sentido, la nueva propuesta contempla la opción que estos buses giren justo antes de llegar a la calle de Felipe II, al cruce entre Espronceda y Meridiana. «Antes del paso de peatones, cuando el semáforo de estos esté en verde, el bus dará la vuelta y así no invadirá el barrio», apuntaba el gerente de movilidad en el Consejo de Barrio. Según el consistorio, este giro eliminará el 58% de los autobuses que entran actualmente al barrio.
Los vecinos se lo miran con distancia
Según Valdés, la intención del ejecutivo es reducir todos los autobuses que acaban en Meridiana. «No volamos estación en superficie, sino una parada de intercambio», admitía en el último encuentro vecinal. En todo caso, eliminar por cumpleto la parada de bus «no es una acción inmediata, sino a medio largo plazo». El ejecutivo también pide a los vecinos «ir unidos» a las reuniones con la Generalitat para poder hacer efectivas estas propuestas.
Mientras tanto, el vecindario se lo mira con distancia. «Si esto comporta una modificación de las líneas que se paran en Meridiana, pues que lo hagan», dice el responsable de urbanismo de la Asociación de Vecinos de la Sagrera, Oleguer Méndez. Y hace una advertencia: «Le diremos a la Generalitat que rechace cualquier propuesta que mantenga una estación en medio de la ciudad porque tenemos autobuses por todas partes».