La Autoridad de Transportes Metropolitanos (ATM) ha decidido prorrogar durante tres meses más, hasta el 31 de octubre, la prohibición de subir patinetes eléctricos al transporte público. El ente se da este margen extra para evaluar con cuidado la situación y descubrir si estos vehículos comportan algún tipo de riesgo para el transporte público. La ATM ya vetó su presencia de forma temporal el 1 de febrero después de que tres personas resultaran heridas leves en incendiarse un patinete eléctrico en el interior de un vagón de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) a la altura de Sant Boi de Llobregat.
A pesar de que el veto inicial acababa a finales de agosto, el organismo todavía no ha sacado conclusiones claras y consultará más voces de aquí en otoño antes de tomar una decisión de forma definitiva. Según informa la ATM, la normativa sobre los patinetes explorará los «aspectos esenciales» de la salud pública sin perder de vista el objetivo de velar por el fomento de este transporte y la inclusión de los vehículos de movilidad personal en la red de transportes. Para tomar la decisión, el organismo está consultando la visión de los Bomberos y la opinión de expertos en seguridad industrial.

Un problema global
Técnicos de la ATM avanzaron, durante la cumbre mundial de transporte público celebrada en Barcelona a inicios de junio, algunas de las propuestas sobre las cuales trabajan de cara en al 2024. Desde la ATM piden que las baterías sean más seguras y que se estudie la posibilidad de crear una normativa a escala europea. Entrando al por menor de las posibles propuestas, los expertos explicaron durante el congreso que se podría prohibir a los usuarios de patinetes que lo carguen durante el trayecto y que está sobre la mesa la posibilidad de que estos vehículos tengan un espacio reservado que cumpla con una serie de condiciones.
La ATM ha recalcado en los últimos meses que no se trata de un problema menor. De hecho, han puesto de ejemplo el incendio en el tren de Santo Boi para explicar que si hubiera sucedido en un túnel habría tenido consecuencias «más graves». En la reciente cumbre sobre transporte público también se ha podido comprobar que la problemática de los patinetes va más allá de Cataluña. Ciudades importantes como Londres también han prohibido recientemente estos vehículos a su transporte.


