La fábrica de Alstom en Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental) ha comenzado las pruebas de validación del primer tren de la futura línea R-Aeroport que gestionará Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC). El nuevo servicio, que entrará en funcionamiento entre finales de 2026 y principios de 2027, conectará Barcelona con el aeropuerto del Prat con expediciones cada 15 minutos a la T1 y la T2. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha explicado durante la visita a la fábrica de Alstom que el nuevo servicio de FGC supone un avance para la red ferroviaria catalana.
El presidente de Alstom en España y Portugal, Leopoldo Maestu, ha asegurado que los diez trenes que saldrán de la factoría vallesana pondrán el servicio al nivel de otras grandes ciudades europeas como Londres, Ámsterdam, Roma o Viena. Respecto a la oferta actual, la nueva R-Aeroport duplicará las frecuencias, con trenes cada cuarto de hora, y conectará la estación de Sant Andreu Comtal con la T1 en solo 20 minutos, ya que solo tendrá paradas en La Sagrera, El Clot, Passeig de Gràcia, Sants, Bellvitge, El Prat y la T2.

Las pruebas que se están realizando en la fábrica de Alstom son el último trámite antes de iniciar tests sobre la infraestructura de Adif. El primer tren que ha salido de la planta de Santa Perpètua de Mogoda se encuentra completando las pruebas estáticas y dinámicas en las instalaciones de la compañía y, una vez finalizadas, se realizarán pruebas de frenado y tracción sobre la red ferroviaria. Según ha explicado la misma Alstom, los trenes se han diseñado especialmente para la R-Aeroport, ya que disponen de pasillos más anchos para facilitar el tráfico de maletas y más espacio para equipaje y bicicletas. También disponen de sistemas de información al viajero, enchufes, puntos de carga USB y red wifi.
Una adjudicación polémica
La adjudicación de la R-Aeroport a FGC fue muy criticada por el Ministerio de Transportes y por Renfe, que consideraban que rompía la unidad de Rodalies. Tampoco el PSC acogió la noticia con mucho entusiasmo. La decisión la tomó el Departamento de Territorio en 2019, cuando estaba en manos de Junts, pero la llegada de los socialistas a la Generalitat no ha cambiado las cosas a pesar de su oposición inicial. El Gobierno de Salvador Illa avaló a finales de 2024 el tren lanzadera hasta el aeropuerto a pesar de las advertencias sobre el riesgo de que el nuevo servicio pueda congestionar aún más los túneles de Barcelona.
El entonces coordinador del Pla Rodalies y actual comisionado de la Generalitat para el traspaso de Rodalies, Pere Macias, calificó de “decisión pésima” el anuncio por el riesgo de empeorar el embudo de la línea. El presidente de Renfe de aquella época, Isaías Táboas, también criticó el hecho de que fuera un tren lanzadera y no una reconfiguración de la R2 o la R4, ya que supone una “dificultad añadida” para la operativa. “Más allá de quién lo haga, es una mala configuración y cambiarlo por un servicio exclusivo nos complica porque pierde capacidad y fiabilidad”, añadió Macías cuando hace ahora cuatro años se presentó el plan de Rodalies 2020-2030. “Tenemos un embudo en la parte central con cuatro vías y poner una lanzadera es añadir dos más. Desde el punto de vista de configuración de las redes es una decisión pésima”, lamentaba.
De hecho, el actual secretario general de Territorio, Jordi Terrades, también era partidario de integrar el servicio al aeropuerto a través de la R2 o la R4 para mejorar la conexión de los Vallès con el aeropuerto. La puesta en marcha de la R-Aeroport depende de la finalización de los accesos ferroviarios al aeropuerto, que deben terminar antes de fin de año. Antes del verano, Adif explicó que los trabajos, que tienen un presupuesto de 400 millones, estaban al 80%.

