Utilizar el carril bus en Barcelona te puede salir muy caro a partir de este miércoles. El nuevo vehículo que Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) puso en funcionamiento el pasado mes de marzo para detectar infractores que ocupen algún tramo de los cerca de 221,8 kilómetros de esta tipología de vía que hay repartidos por la ciudad empieza hoy mismo a sancionar a los conductores. Después de un primer periodo de pruebas de dos meses, el coche -que es 100% eléctrico y se puede identificar rápidamente porque va logotipado con el símbolo y los colores corporativos del operador- se centrará en multar las infracciones estáticas (parada o estacionamiento) que se cometan en los carriles bus.
El objetivo principal de esta iniciativa es conseguir disuadir y sancionar las malas prácticas que cometen los conductores de vehículos privados y de mercancías en los carriles reservados y que obstaculizan el paso de los autobuses. De hecho, desde su puesta en circulación ahora hace dos meses, TMB ha detectado unas 60 infracciones al día de media.
El vehículo en cuestión dispone de dos cámaras situadas en el exterior de la carrocería, una habilitada con el lector de matrículas y la otra que hace la lectura del contexto. Estos dispositivos permiten hacer una fotografía que confirme la infracción cometida y estas después se envían al Instituto Municipal de Hacienda (IMH), que es quien gestionará la sanción correspondiente con el ciudadano. Las multas pueden oscilar entre los 60 y los 200 euros según el caso.
Qué dice la ordenanza de circulación municipal?
Hay que recordar que, en el caso de Barcelona, la Ordenanza de circulación de peatones y vehículos (1998) prevé como infracciones parar y estacionar en carriles buzo, así como la circulación de vehículos no autorizados por estos carriles. La circulación por estas vías es considerada una infracción leve, con multas de hasta 100 euros. Por el contrario, quien opte por aparcar estará cometiendo una infracción grave, y se enfrentará a una multa que puede llegar a los 200 euros.
