«Los responsables políticos del anterior gobierno en el distrito optaron por no continuar con los procedimientos y hacer operativa la caducidad». Así de contundente se ha mostrado el teniente de alcaldía de seguridad de Barcelona, Albert Batlle, al ser preguntado, en la comisión de urbanismo, sobre las sanciones a 33 terrazas de Ciutat Vella que el ejecutivo ha dejado caducar. El actual gobierno, pues, culpa al ejecutivo de Colau de no haber revocado las licencias que acumulaban varias faltas graves o muy graves.
Por otro lado, los comunes se han defendido asegurado que el último regidor del distrito, Jordi Rabassa, en ningún momento firmó la caducidad de los expedientes. «Hemos hecho los cálculos y los 33 expedientes caducaron durante su mandato, usted los dejó caducar Sr. Batlle», ha espetado Guille López. Los comunes han aprovechado para recriminar que «la ocupación ilegal del espacio público» que hacen algunas terrazas «entorpece» la circulación de los vecinos e «incrementa el ruido».
Por su parte, la regidora de ERC, Elisenda Alamany –que es quien ha presentado la petición– ha recriminado a Batlle que no es una cuestión «técnica» sino «política» y ha recriminado el posicionamiento del PSC hacia las terrazas. Junts ha criticado que no haya quedado claro de quién es la culpa, si de los comunes o el PSC. En todo caso, Batlle ha mostrado el compromiso del gobierno de hacer cumplir la normativa. «Volveremos a abrir los expedientes y actuaremos con la contundencia que corresponda», ha dicho ante la insistencia del resto de grupos.

La comisión debate entre ejes verdes e interiores de isla
La comisión de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda también ha aprobado este martes, con los votos a favor de todos los grupos menos BComú y ERC, un ruego de TriasxBCN que pide «iniciar el proceso de análisis y detección de los potenciales interiores de isla del Eixample que pueden ser sometidos a recuperación», en primera instancia, y «parar los proyectos denominados ‘Ejes Verdes’ planificados, en segunda. La propuesta del partido de Xavier Trias dice que hay que repensar estas pacificaciones, marca de la casa de los comunes, «con rigor, diálogo y consenso» e insta al consistorio a hacer «una auditoría vinculante de estos ejes y de las calles del entorno» para posteriormente «parar aquellos elementos que no funcionen o distorsionen el espíritu original del Eixample Cerdà».
La extiniente de urbanismo y regidora de los BComú, Janet Sanz, ha criticado la «obsesión» de TriasxBCN de «hacer elegir los barceloneses entre los interiores de isla y los ejes verdes» y ha defendido el plano Supermanzana. «Un interior de isla son 2.000 m² de espacio verde, una supermenzana son todas las calles», ha comentado durante su turno.
Por otro lado, la regidora de ERC Eva Baró ha criticado a Junts que utilice el espacio público para hacer «politiqueo» y ha recordado que su grupo ya hizo una propuesta «que no obliga a escoger entre una cosa y otra». Por otro lado, Laia Bonet, titular de urbanismo del Gobierno Collboni, ha criticado el plan del anterior ejecutivo –del cual formaban parte– de crear 21 ejes verdes en el Eixample porque «no es sostenible desde el punto de vista de la movilidad». En todo caso, ha recordado a Junts que no hay ningún eje verde previsto para licitar.