La línea R16 de Rodalies que une Barcelona y Tortosa es una de las principales afectadas por las obras del Corredor del Mediterráneo. Adif ha comunicado que, a partir de este domingo, las llegadas y salidas de los trenes que unen las dos ciudades aumentarán entre cuatro y cinco minutos más del habitual. Esto afectará también los horarios habituales de esta línea, que se verán modificados. Esta es la principal novedad que afectará a los viajeros que van o vienen de Barcelona, pero no la única. Los trenes de larga distancia, Euromed, Intercity y Talgo también se atrasarán cinco minutos.
Las afectaciones se producen por el Corredor del Mediterráneo, que es una de las grandes reclamaciones de las instituciones catalanas y uno de los puntos de fricción entre el gobierno catalán y español. Jordi Puigneró, durante su etapa de consejero, criticó en reiteradas ocasiones la carencia de estaciones intermodales que conectan los aeropuertos con el alta velocidad o con la línea entre Barcelona y València. En este sentido, hay que recordar que entre las dos ciudades del mediterráneo hay unos 350 km y el tiempo de trayecto se alarga a las dos horas y media, lo mismo que se tarda en ir a Madrid, que está a 620 km.
Rodalies ‘une’ Colau y el independentismo
El corredor es una petición más en cuanto a infraestructuras, pero no esconde una segunda petición aún más popular: el traspaso del servicio de Cercanías a la Generalitat de Cataluña, un tema que incluso ha pasado a formar parte de la campaña electoral. En un acto con militantes de su partido, el alcaldable de Junts, Xavier Trias, se mostró partidario del traspaso de las competencias. Ahora bien, advertía que «ya he visto muchos traspasos yo». En este sentido, Trias insiste que el traspaso tiene que ir acompañado de una compensación económica que permita ajustar y arreglar las condiciones que presenta la actual red de trenes catalana.
El pasado mas de septiembre, la comisión de Ecología y Urbanismo pidió a partir de una proposición de ERC el traspaso de la red de trenes catalana. Lo hizo con el voto favorable de los republicanos, Junts y los Comunes, que en esta ocasión votaron a favor de la propuesta del regidor Max Zañartu (ERC).