Paso firme del taxi para potenciar el catalán. El sindicato Élite Taxi, uno de los más grandes del sector, ha pedido que la nueva ley catalana del taxi, que se está trabajando en estos momentos, incluya la obligación de tener el nivel B2 de catalán para obtener la credencial de taxista y conductor de VTC. El sindicato también propone que los taxistas tengan que hacer cursos de reciclaje y de mejora del catalán «para que logren este nivel».
Élite Taxi defiende su postura porque «no se puede permitir que se realicen más fraudes masivos en los exámenes de acceso a la profesión en los que numerosos taxistas han copiado o falsificado los certificados de catalán». En un comunicado, reconocen que «ya hay varios arrestados» por esta situación, pero insisten en «contribuir a evitar que esto se repita». En este sentido, reclaman una prueba de acceso que incluya un apartado de comprensión lectora, redacción, comprensión y expresión oral de la lengua catalana, para evitar este tipo de fraudes.

Desde el sindicato entienden que los taxistas son la cara visible de la ciudad de cara a los turistas y mantienen que tienen que poder transmitir que «aquí hay una lengua, una cultura y una historia muy digna a tener en cuenta». Élite Taxi también recuerda que «cualquier persona del país puede ser atendida en su propia lengua cuando sube a un taxi, cosa que por desgracia actualmente no pasa y a la que le tenemos que poner remedio urgentemente».
Élite Taxi participa políticamente y socialmente
Élite Taxi pone esta nueva iniciativa como ejemplo de como el taxi ha pasado de ser un sector «predominantemente cerrado en sí mismo y conservador a lograr mayores grados de conciencia colectiva». En los últimos meses, este sector también se ha posicionado en debates ciudadanos y políticos como las supermanzanas o como ganar espacio peatonal, o incluso han apoyado de forma pública a grupos políticos concretos en las últimas elecciones. Una manera, dicen, de «preocuparse de problemáticas más amplias que las que afectan inmediatamente» al sector.