Los pisos turísticos de Barcelona han estado en el centro de la cuestión política en las últimas semanas. Después del alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, anunciara que pretendía que desaparecieran en 2028, diferentes asociaciones se han mostrado a favor y en contra de la propuesta. La realidad, pero, es que los pisos turísticos continúan están poco regulados y todavía ahora hay muchos que son ilegales. De hecho, un estudio realizado por la empresa de servicios de inteligencia turística Mabrian asegura que uno de cada cuatro alquileres turísticos en Barcelona no tiene licencia.
El estudio se ha realizado después del anuncio de Collboni, que según el Ayuntamiento de Barcelona, afectaría el alrededor de 10.000 viviendas que actualmente son de alquiler para turistas y que pasarían a formar parte del parque de alquiler residencial. Aun así, Mabrian asegura que esta no es la cifra que ellos registran y que todavía hay otros pisos que actúan como si fueran de alquiler turístico, pero fuera de la legalidad. En este sentido, el estudio reconoce que la cifra que pose sobre la mesa Collboni «podría subestimar el tamaño del mercado de alquileres de corta estancia», un 63% mayor que la cifra oficial, que suma 15.800 unidades en total, lo cual se traduce en 56.700 plazas de alquiler turístico. El socio y director de marketing y comunicación de Mabrian, Carlos Cendra, ha valorado que «determinar con claridad la dimensión real del mercado es crucial para la toma de decisiones».

El centro de la ciudad, nido de alquileres turísticos
Según el informe, el 68% de los alquileres turísticos en Barcelona está en los barrios del centro de la ciudad, como la Eixample, Ciutat Vella y Sants-Montjuïc. El 61% de los alquileres vacacionales que se ofrecen son casas completas, el 33% corresponde en habitaciones privadas y el 4% son apartamentos. El 27% de los propietarios tiene un solo piso, mientras que el 73% tiene más de una vivienda anunciada y, de estos, el 57% tiene más de 10 alojamientos.