El espacio de trabajo es determinante para tener un buen clima laboral y sentirnos a gusto en un lugar donde pasaremos muchas horas del día. Pero si además, este espacio es una obra de arte… Esto es lo que podrá disfrutar quien alquile la oficina de 220 m² que ha puesto en el mercado la Casa Comalat, uno de los edificios más emblemáticos y sorprendentes del modernismo catalán. Diseñada por Salvador Valeri i Pupurull entre 1906 y 1911, ubicada en la avenida Diagonal con la calle de Còrsega, cerca del paseo de Gràcia. El portal inmobiliario Idealista indica que el alquiler mensual de esta oficina es de 3.600 euros (16,36 euros m2). Según la descripción del anuncio, la oficina, situada en un entresuelo, cuenta con una distribución que incluye una zona de recepción, ocho despachos o salas independientes y dos baños, además de una cocina office. El espacio conserva detalles originales como techos altos, suelos de mosaico hidráulico y molduras decorativas que le aportan un carácter singular imposible de encontrar en oficinas convencionales de Barcelona.
Comercializada por Engel & Völkers Commercial, la oficina destaca por el mantenimiento de los interiores, con los dos baños que conservan la ducha y las picas antiguas, y la cocina, con los azulejos originales. Todo ello, «en muy buen estado», dice el anuncio. El suelo, eso sí, es de parquet.
Un tesoro arquitectónico no tan conocido
La Casa Comalat destaca por la doble fachada, una característica arquitectónica poco común que la convierte en una pieza única dentro del patrimonio modernista barcelonés. La fachada principal, en la Diagonal, es sobria y elegante, con balcones de piedra y tribunas rematadas con pináculos que reflejan el estilo más contenido del modernismo. En contraste, la fachada trasera, que da hacia la calle de Còrsega, es una explosión de color y fantasía, con cerámicas vidriadas, galerías de madera y persianas que recuerdan a la famosa Casa Batlló de Gaudí.
La Casa Comalat está catalogada como bien cultural de interés local, pero no está abierta al público. Por tanto, trabajar allí es un privilegio absoluto. El edificio ha sido restaurado en profundidad en 2009, recuperando vidrieras, cerámicas y carpintería, y preservando el esplendor de los detalles originales.
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