El precio medio de los alquileres en el Estado ha crecido un 14% en un solo año, un porcentaje que en Cataluña se ha situado en el 12,5%, según el último informe del portal inmobiliario Fotocasa, que también sitúa el precio medio del m² de alquiler en Cataluña en 17,95 euros. Si nos fijamos en Barcelona ciudad, el precio sube hasta los 22,64 euros (un 13% más caro que en 2023, según el informe). Ahora bien, el ranking del Estado lo ocupa un barrio barcelonés, el Poblenou. Aquí el precio del m² supera los 25,41 euros. Según este informe, la capital del país tiene 19 de los 20 barrios con el precio del alquiler más elevado de Cataluña. Si nos fijamos en el TOP 10 del Estado, al Poblenou le siguen los barrios madrileños de Trafalgar, Palos de Moguer y Justicia-Chueca.
De barrio obrero a barrio de lujo
El quinto lugar lo ocupa El Camp d’en Grassot i Gràcia Nova, y atención a la sexta posición de todo el Estado, que es para el barrio de la Bordeta, en el distrito de Sants-Montjuïc, donde en 2024 el m² de los pisos de alquiler se elevó hasta los 24,79 euros. Curiosamente, el barrio de la Bordeta ha sido históricamente un barrio de gente trabajadora, que en los últimos años ha visto cómo tenía como nuevos vecinos a muchos expatriados, con un poder adquisitivo más elevado que han acabado creando una demanda más alta. De hecho, en la Bordeta hace solo unas décadas se construyeron las primeras viviendas para los obreros de las industrias de los alrededores, como Can Batlló.
Puedes consultar aquí el informe completo de Fotocasa.
También entre los barrios más caros de todo el Estado, con precios por encima de los 23 euros el m², aparecen estos barrios: el Parc i la Llacuna del Poblenou, el Clot, la Sagrera, la Vila de Gràcia, l’Antiga Esquerra de l’Eixample y la Nova Esquerra de l’Eixample. Y también aparecen en la lista de los veinte más caros estos barrios de la ciudad: Sant Pere, Santa Caterina y la Rivera, el Raval, Fort Pienc, Sant Antoni, el Camp de l’Arpa, Diagonal Mar, la Sagrada Família, el Guinardó, el Putxet i el Farró, y el Poble-sec.
