El congreso inmobiliario The District prevé acoger hasta 400 directivos en Barcelona del 25 al 27 de septiembre. El salón, que este miércoles ha detallado los ejes principales del encuentro, ha confirmado la presencia de empresas como Azora, Apollo, JP Morgan, Goldman Sachs o Rockfield, entre otros actores del sector. La comparecencia en este congreso de empresas conocidas popularmente como fundes buitre es lo que ha alimentado la polémica otros años. Numerosos activistas se han plantado, dejando imágenes de la entrada de Feria de Barcelona colapsada, en la primera edición, y de congresistas rociados de pintura, en la segunda. Los directivos del congreso, que justo ahora preparan la nueva remesa, el año pasado ya pidieron, al acabar la segunda edición, «más contundencia policial» para parar las protestas.
En todo caso, las protestas no vallan el paso a los organizadores, que este miércoles han detallado las bases de la tercera edición. El congreso intentará encontrar las «nuevas oportunidades de negocio» que tiene el sector y girará alrededor de tres ejes principales. En primer lugar, abordar el desarrollo de las estructuras de mercado de capitales –el mercado financiero en que se compran y se venden deudas a largo plazo–. En segundo término, las empresas también tienen previsto evaluar la transformación del sector y, por último, el valor añadido de los criterios medioambientales. La organización también detalla una «novedad», vinculada a las nuevas formas de sacar rendimiento a los activos «menos tradicionales».
Compromís con Barcelona a pesar de las protestas
El año pasado, el congreso reunió 10.467 personas en Barcelona y más de 300 expertos inmobiliarios. Bilbao ha sido la ciudad invitada y el Reino Unido el país socio. Next Business Exhibitions (Nebext), la empresa que organiza el acontecimiento, nunca ha dudado de quedarse en la ciudad, a pesar de las protestas. «Estaremos aquí hasta el 2025, tenemos contrato con Feria de Barcelona hasta entonces», apuntaban el año pasado fuentes del congreso a este diario. La empresa ha desmentido siempre los rumores que situaban el congreso lejos de la ciudad, en ciudades como Málaga, València o Madrid, antes al contrario, reafirmaban su «compromiso» con Barcelona. Mientras tanto, los activistas insisten al Ayuntamiento que rompa lazos con estas empresas que se dedican a «especular» con la vivienda, que últimamente ha llegado a precios de récord en Barcelona.

Los reproches a los Mossos
A pesar de que en ningún momento se han planteado marchar, los organizadores del congreso sí que cuestionaron el año pasado las actuaciones de los Mossos d’Esquadra, a quienes reclaman más contundencia para erradicar los «cinco o seis personas» que lanzaron pintura a los congresistas. El congreso asegura defender el derecho a manifestación, pero insiste –lo dijeron al acabar la edición del año pasado– que «no se pueden volver a repetir» los «ataques» a congresistas, refiriéndose al lanzamiento de pintura. «Trasladaremos nuestras quejas como organización al consejero de Interior y le pediremos una reunión porque no entendemos por qué pasa esto. Por qué no se implementaron las medidas previstas en las reuniones con los cuerpos de seguridad», apuntó entonces el director general de Nebext, Albert Planas.
Esta vez con Jaume Collboni como alcalde de Barcelona, tal como ya pasó el año pasado, los organizadores pueden respirar tranquilos. En una valoración final con periodistas, una vez cerrada la segunda edición, la empresa destacó que Collboni había «condenado» los ataques y contrapuso la actitud del alcalde socialista con la de su sucesora al cargo, Ada Colau. En una entrevista preelectoral en el TOT Barcelona, el ahora alcalde –entonces candidato– criticó la «demagogia» que, a parecer suyo, grupos como los Comunes han hecho de este congreso.

