Los bares y restaurantes de Barcelona están a punto de estrenar la primera temporada de invierno sin estufas de gas en las terrazas. La prohibición entró en vigor a principios de este 2025, pero muchos locales se quejan de las trabas del Ayuntamiento para realizar la instalación del cableado para colocar estufas eléctricas. El Gremi de Restauració denuncia que, desde comienzos de año, cientos de restauradores han solicitado permiso al consistorio para enterrar el cableado que debe alimentar las estufas, pero que los técnicos municipales “lo han denegado en todos los casos”, aseguran. Independientemente de si el trámite se ha realizado a través del gremio o por cuenta propia, ningún local ha conseguido el permiso después de la entrada en vigor de la prohibición, dicen. Por eso desde el Gremi reclaman al Ayuntamiento que permita utilizar estufas de gas en las terrazas de manera “excepcional” desde el 1 de noviembre y hasta el final de la temporada de frío, pero el consistorio ya ha dicho que no contempla ninguna moratoria.
Sin el cableado, no se pueden conectar las estufas eléctricas, alertan desde el gremio, que asegura que el enterramiento ha sido posible en algunos puntos de la ciudad porque las “canalizaciones se llevaron a cabo aprovechando obras de reurbanización o de mejora de la vía pública”. Fuentes de la entidad han explicado al TOT Barcelona que no entienden por qué el consistorio deja al sector de la restauración en un “callejón sin salida”. El gremio ha hecho llegar al gobierno municipal varios mecanismos que permitirían adoptar la moratoria basándose en “decisiones muy similares” tomadas por el mismo Ayuntamiento durante la última década y que, por tanto, consideran “plenamente legales”. La entidad recuerda que no ha cuestionado en “ningún momento” la transición hacia las estufas eléctricas y envía un toque de atención a los locales que han llegado tarde a pesar de saber desde hace tiempo que la prohibición ya estaba en vigor, pero alertan que la respuesta municipal no puede ser “limitarse a impedir” la instalación del cableado de manera sistemática.
El Ayuntamiento promete soluciones en “las próximas semanas”
Fuentes municipales han explicado al TOT Barcelona que en el último año el Ayuntamiento ha trabajado con el sector para “mejorar los procesos” para que los bares y restaurantes que quieran “puedan instalar acometidas eléctricas” para ofrecer sistemas calefactores previstos en la ordenanza de 2018. “Se ha trabajado para establecer los criterios en toda la ciudad de manera homogénea y un procedimiento administrativo ágil para que las terrazas puedan contar con instalaciones eléctricas con criterios de paisaje urbano y seguridad”, explican desde el consistorio. El Ayuntamiento asegura que el procedimiento entrará en vigor en las próximas semanas y, según los datos de que disponen, se podrá aplicar “al 17% de los establecimientos de restauración con terraza en la ciudad, que son los que actualmente tienen licencia solicitada para tener un sistema de calefacción en la terraza”.
Algunos locales han optado por conectar la terraza con el interior a través de cables aéreos, pero es una solución que no sirve para todos, ya que en muchos casos están alejadas de la fachada por normativa y complica la instalación. Hacer el enterramiento del cableado, más allá de la imposibilidad de obtener el permiso, es costoso e implica levantar aceras, por lo que no es una solución que despierte un gran entusiasmo entre los restauradores. Colocar estufas con batería tampoco es una opción porque el Gremi explica que, en conversaciones informales, la Guardia Urbana les ha advertido que es una solución peligrosa, al igual que con los patinetes. Por eso piden al consistorio que les facilite la vida. “La solución que se propone [el uso de estufas de gas] tendría carácter transitorio, hasta que el Ayuntamiento estuviera en disposición de anunciar el mecanismo a través del cual los restauradores que lo deseen deberán solicitar y llevar a cabo el mencionado enterramiento del cableado, un anuncio que el sector espera impaciente”.
