El precio de la entrada del Park Güell ha aumentado de 10 a 18 euros en 2025, pero los salarios de los trabajadores del parque son los mismos que antes del incremento. Este hecho genera malestar entre algunos trabajadores del emplazamiento turístico, que solicitan “más reuniones” con la empresa Barcelona Serveis Municipals (BSM), gestora del parque, para abordar mejoras laborales. Más allá de las discrepancias económicas, que la empresa pide negociar exclusivamente en el marco del comité de empresa, “tal como marca la ley”, los trabajadores también quieren mejoras técnicas. Se quejan de que las medidas para prevenir el calor o el frío son insuficientes y, en línea con las plataformas vecinales, señalan a la teniente Laia Bonet por los “problemas de gestión” del espacio.
La Coordinadora Obrera Sindical (COS), que creó una sección en el parque hace un año y sigue sumando cada vez más trabajadores, asegura que BSM no la incluye en las conversaciones porque no tiene representación en el comité intercentros, que agrupa todos los equipamientos gestionados por la empresa. Fuentes de BSM consultadas por este diario rebajan a 5 los miembros en plantilla de la COS y apuntan que el Estatuto de los Trabajadores enmarca la legitimidad negociadora “en el comité de empresa y en las secciones sindicales”. En este sentido, avisa que el texto estipula que “cualquier negociación o acuerdo adoptado fuera de este marco y con interlocutores no legitimados podría resultar contrario a la normativa vigente”.
La sección se creó en marzo, tras las elecciones sindicales de la empresa, y no forma parte del comité de trabajadores. En todo caso, desde la COS discrepan de la interpretación de la normativa que hace el gestor del parque. “BSM se escuda en esto para no querer negociar, pero somos la sección sindical mayoritaria en el parque y tiene la potestad de llegar a acuerdos con secciones”, argumenta el sindicato, que no ve un problema técnico “sino de voluntad negociadora”. La COS mantiene su legitimidad como «sindicato principal» del Park Güell, pero la empresa insiste en que «solo representa el 0,3% del total de la plantilla de BSM».
El sindicato ha tenido una conversación inicial con BSM, pero no ha terminado con el resultado esperado. En este sentido, los trabajadores avisan que han decidido convocar paros laborales a finales de diciembre, muy probablemente en el período entre fiestas, si la situación no cambia las próximas semanas. “Hemos intentado abrir un diálogo durante el año, pero BSM se limita siempre a este argumento. Es cierto que en términos legales no tenemos tanta fuerza como otros, dentro del conjunto de la empresa, pero somos el principal sindicato presente en el parque”, comenta el portavoz de la COS, Michael Quiñonero, en declaraciones al Tot Barcelona.

Respecto a los salarios, Quiñonero niega que quieran un aumento en los mismos términos que ha incrementado la entrada, pero cree que los cambios abren una puerta para mejorar un salario “que ahora no es digno”. A su favor suma que los trabajadores del parque son personal calificado y con conocimiento de muchos idiomas. En este sentido, exige que se elimine la figura del auxiliar de instalaciones. El convenio de BSM regula diferentes categorías y distingue entre auxiliares y oficiales. La diferencia, según el redactado del convenio, recae en la autonomía de las labores. El oficial desarrolla tareas “con un alto grado de autonomía por tener amplios conocimientos y dilatada experiencia” y tiene una retribución mayor. El auxiliar, en cambio, “ejecuta operaciones siguiendo un método de trabajo preciso, concreto y preestablecido” y requiere “un breve período de adaptación”. En todo caso, Quiñonero asegura que, en la práctica, ambos hacen exactamente lo mismo. “No sé cómo funcionará en otras instalaciones gestionadas por BSM, pero aquí en el Park Güell es una diferencia que no tiene sentido”, concluye.
Más allá de la mejora salarial, los trabajadores piden cambios en el día a día del parque. “Hay aspectos más técnicos que fallan”, asegura Quiñonero. El trabajador también hace referencia a aspectos básicos como el parasol, “que no nos protege mucho”, o los ventiladores del verano, “que se instalan en el parasol y no hacen prácticamente nada”. Son dos ejemplos que también estarían sobre la mesa de una hipotética negociación. El portavoz de la COS argumenta que estos detalles del día a día podrían discutirse fuera del convenio.
José Soriano, representante sindical de la UGT en la mesa sindical de BSM, reconoce a la COS como un sindicato relevante del parque –”nació allí, puede que sean más”, comenta–, pero también apunta que no pudieron presentarse a las últimas elecciones sindicales de la empresa y, por tanto, no forman parte de la negociación. Desde la UGT, que cuentan con cuatro afiliados trabajando en el Park Güell, apuntan que las negociaciones con la empresa aún no han llegado al punto del incremento salarial, pero apoyan otras reclamaciones de la COS, como la prevención ante golpes de calor. En todo caso, Soriano apunta que hay “otras secciones peores” dentro de la empresa, como es el caso de los agentes cívicos: “Los servicios al sol y estáticos están peor. En verano están en la calle, en una parada de bus o en la Rambla; sin parasol es agotador”.

Los vecinos continúan la ofensiva contra la gestión del parque
Los trabajadores se unieron a la protesta de Recuperem Park Güell del pasado miércoles. Las quejas del personal se suman así a las de las principales plataformas vecinales de la zona, que en este caso centran la crítica en la gestión política que se está haciendo del espacio. En la línea de lo que expresaban las familias, el sindicato también acusa a la primera teniente de alcaldía y presidenta de BSM, Laia Bonet, de ser la “máxima responsable” de la gestión que se está haciendo en el parque. Los vecinos también acusan al ejecutivo de Jaume Collboni de no querer convocar la mesa de diálogo para consensuar nuevas medidas alrededor de la instalación y han programado cortes de tráfico mensuales para forzar su convocatoria.
