El éxodo de barceloneses y barcelonesas que deben dejar la ciudad para encontrar un alquiler asequible es constante. Aunque el precio del alquiler en Barcelona mantiene la tendencia a la baja y se sitúa en 1.117,4 euros de media a finales de 2024, vivir de alquiler en la capital del país sigue siendo una odisea, porque la media de precio es fruto de una gran diferencia entre los barrios centrales y los periféricos. Todo esto, sumado a otro factor que hace que haya menos pisos en oferta de alquiler. Porque el informe del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona constata que hay más estabilidad en los hogares. Es decir, los inquilinos cambian menos de piso y alargan la permanencia en la vivienda de alquiler.
¿Y a dónde van a vivir los barceloneses, o aquellas personas que querrían vivir en la capital, pero han renunciado? Según un informe del portal inmobiliario Idealista, la demanda de pisos de alquiler se desplaza hacia algunas ciudades del Área de Barcelona y Madrid, mientras que las dos capitales pierden peso relativo en este mercado. En el caso de Barcelona, el informe destaca 5 ciudades.

L’Hospitalet tiene la demanda relativa más alta de pisos de alquiler
L’Hospitalet de Llobregat lidera la demanda relativa de pisos de alquiler, tanto en Cataluña como en todo el Estado. Cerca de Barcelona, conectada por ferrocarril y metro, esta ciudad, la segunda más grande del país, se consolida como un foco de atracción de nueva población. A continuación está Manresa, segunda de todo el Estado y mucho más lejos de la capital, pero también conectada por Renfe y FGC. En el tercer lugar del ranking de demanda en Cataluña está Terrassa, cuarta de todo el Estado. Después, Badalona y Sabadell. Y si ampliamos el enfoque, el informe también destaca Vilanova i la Geltrú (lugar 23 de todo el Estado) y Sant Cugat del Vallès (ocupa la trigésima posición estatal) como focos donde crece la demanda. Todas estas ciudades están muy bien conectadas con Barcelona, ya sea con Renfe, FGC y metro.