Movimiento al frente de la única tienda en Barcelona de una mítica marca de motos. Después de una trayectoria de 25 años, el establecimiento oficial de la compañía italiana Ducati ubicado en el número 503 de la calle de Mallorca, en el distrito del Eixample, ha pasado a manos del grupo Quadis, que recientemente ha adquirido la gestión con el objetivo de impulsar la firma transalpina en la capital catalana.
Esta operación no implicará un cambio en la dirección de la sede de la compañía italiana en la ciudad, que continuará bajo el liderazgo de Lico Perez. Tampoco implicará ningún cambio en cuanto a la gestión del taller oficial que Ducati tiene en el número 95 de la calle de la Industria, también en el distrito del Eixample. Sí que habrá novedades en cuanto a la presencia de la firma en toda la capital catalana, puesto que la intención de Quadis es poder abrir nuevos centros oficiales en diferentes puntos de la ciudad que den servicio a los clientes de la marca.
«La incorporación de Ducati Barcelona nos hace mucha ilusión, puesto que nos permite ofrecer a nuestros clientes una marca con una gran historia detrás y un enorme prestigio como es Ducati. En este sentido, nuestros planes pasan por abrir un nuevo establecimiento en la demarcación de Barcelona a lo largo de este año para continuar potenciando la marca Ducati y hacerla llegar al máximo número de gente posible», asegura al respecto Pol Soler, máximo dirigente de Quadis.
Fabricación barcelonesa y récord en las 24 horas de Montjuic
Hay que recordar que la historia de Ducati está estrechamente ligada a la capital catalana. En Barcelona se fabricaron durante la década de los sesenta y hasta finales de la de los setenta algunas de las motos más icónicas de la firma transalpina. Estos vehículos italianos también tienen un palmarés envidiable en cuanto a la emblemática competición de las 24 Horas de Montjuic, una carrera que se celebró en la montaña barcelonesa entre el 1955 y el 1986. Las Ducati ganaron 12 de las 36 ediciones, estableciendo un récord de victorias que no pudo superarse nunca.
