Las obras de reforma de la Rambla traerán cambios sustanciales no solo en el paisaje, sino también en el ecosistema comercial de esta avenida conocida mundialmente. Y es que el Ayuntamiento de Barcelona decidió este verano pasado suspender hasta el 2027 la concesión de licencias comerciales para nuevas aperturas, con la intención de impulsar un comercio más diverso y con más valor cultural para la ciudad. Esta medida forma parte de un plan ambicioso de reforma integral orientada a transformar su oferta actual, marcada por una saturación de actividades dirigidas principalmente al turismo masivo. Pero según la consultora inmobiliaria Laborde Marcet, la renovación de la zona actualmente está obligando a las propiedades a renegociar rentas a la baja, para facilitar la subsistencia de los inquilinos, ya que el tráfico de clientes ha sufrido un descenso importante: «Una vez normalizada la situación en la que se puedan aprobar nuevas licencias de aperturas creemos que, en los nuevos contratos, las rentas aumentarán como mínimo un 25%», pronostica Ángela Sánchez, directora High Street Retail de la compañía catalana.

Recuperación de la identidad de la Rambla

El proyecto de reforma de la Rambla 2024-2027 prevé una inversión de 55,6 millones de euros para transformar este espacio en una avenida con un diseño más inclusivo, cultural y sostenible, alineado con la identidad barcelonesa. En este sentido, Sánchez apunta que el reto de revitalizar esta vía implica facilitar la apertura de negocios que acerquen al turista con productos típicos de la ciudad y con opciones de restauración que ofrezcan auténtica gastronomía catalana.

«El Ayuntamiento debería suspender todas las licencias para actividades relacionadas con souvenirs, venta de camisetas, carcasas de móviles, que actualmente tienen la Rambla saturada y no aportan ningún valor añadido a la calle», apunta la experta, que considera que zonas como Sagrada Família y sus calles adyacentes deberían hacer un proceso similar con el objetivo de revitalizar el comercio local.

«Es esencial ofrecer más ayudas a los locales emblemáticos que han sido testigos de la evolución de la ciudad y forman parte de su patrimonio» reivindica la directora de High Street Retail de Laborde Marcet. “Sería muy positivo crear espacios dedicados a actividades culturales, donde se puedan realizar eventos que conecten con la esencia de Barcelona, ​​como la organización de mercados ambulantes para la venta de productos típicos de la ciudad, lo cual, no solo enriquecería la oferta comercial, también reforzaría el vínculo de estas zonas con la comunidad y los visitantes”, sentencia.

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