El Ayuntamiento de Barcelona ha comenzado la jornada de este martes con un minuto de silencio. Lo ha hecho en el marco de la comisión extraordinaria de Ecología, Urbanismo, Movilidad y Vivienda forzada por los grupos de la oposición con el objetivo de esclarecer las circunstancias de la muerte de una trabajadora de la limpieza tras sentirse mal durante su jornada laboral en plena ola de calor. Este minuto en recuerdo a Montse Aguilar -la empleada de la subcontrata FCC fallecida- no estaba previsto y lo ha solicitado Junts antes de comenzar la comisión. Esta acción definiría desde el principio la tónica de una sesión que no ha llegado a la hora y en la cual el ejecutivo se ha mostrado excesivamente prudente, hasta el punto de que ha evitado entrar en detalle en el caso, más allá de relatar qué pasos se siguieron desde que se conoció el incidente, y tampoco ha respondido a las peticiones sobre cuántos casos de golpes de calor tiene constancia el consistorio.
«Tan pronto como nos enteramos, pedimos un informe a FCC sobre las tareas realizadas por esta persona el domingo. Con la información obtenida, el lunes por la tarde decidimos abrir un expediente informativo porque ante una situación como esta no podemos especular y debemos ser rigurosos», ha comenzado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, quien ha detallado que se han enviado requerimientos de información a todos los agentes implicados en el caso. Bonet ha recordado que los protocolos para calor extremo existen y ha asegurado que se ha hecho un seguimiento. Sobre el caso de Montse, la primera teniente de alcaldía solo ha pedido responsabilidad y asegurado que irán hasta el final con el caso: «No tengan ninguna duda de que tomaremos las decisiones pertinentes e iremos hasta el fondo». Bonet también ha anunciado que en la comisión de Presidencia del próximo 16 de julio presentarán un informe donde explicará en detalle los diferentes protocolos que se aplican a todos los servicios municipales para tener una visión global de las medidas.
Tras esta explicación inicial, los grupos de la oposición han tomado la palabra para pedir responsabilidades al consistorio ante los «fallidos» protocolos que habrían desembocado en la muerte de Montse. «Ha pasado lo que no debería haber pasado nunca. Esta muerte no es un hecho aislado, forma parte de un problema estructural: la falta de protocolos efectivos. No podemos mirar hacia otro lado. El estrés térmico no es ninguna novedad, todos sabíamos que el riesgo era real […] ¿Quién asume la responsabilidad de la omisión? El Ayuntamiento no puede esconderse detrás de ninguna de las empresas concesionarias», ha comenzado el concejal de Junts, Jordi Martí, quien ha pedido revisar de forma urgente todos los protocolos laborales. En la misma línea se ha pronunciado el representante de los Comuns, Marc Serra, quien ha puesto sobre la mesa deficiencias que desde hace tiempo los trabajadores señalan como la ropa poco adecuada o los vehículos y centros de trabajo sin aire acondicionado. «¿Por qué no recibió atención sanitaria? ¿Se podría haber evitado la muerte de Montse? ¿Puede volver a ocurrir? Se necesita una respuesta urgente», ha insistido, alertando que, si se confirma una mala praxis, debe haber consecuencias.
Por su parte, el concejal de ERC Jordi Coronas ha afirmado que el resultado del caso demuestra que los protocolos fallaron y ha lamentado que la respuesta municipal no fue la adecuada. «Es una lástima que siempre se tenga que ir a remolque cuando las cosas no se hacen bien. ¿Se podría haber evitado? Sí, la ola de calor estaba prevista desde hacía días, pero queda claro que la ciudad no estaba preparada para afrontarla», ha subrayado. Por su parte, el popular Juan Milián ha pedido que se detalle qué protocolos «reales» y qué supervisión había sobre el terreno el día que murió Montse y ha acusado al gobierno de fallar «como mínimo en la previsión». «Externalizar servicios no puede ser excusa para externalizar responsabilidades», ha dicho. El concejal de Vox Liberto Senderos también ha señalado la falla de los protocolos, así como de la prevención de riesgos, y ha hecho un llamado a mejorar ambos.
Unos cambios que no resuelven las deficiencias en el servicio
Es importante recordar que el Ayuntamiento ya acordó la semana pasada que se introducirían cambios en los protocolos de prevención de riesgos. Tras una reunión con las cuatro empresas subcontratadas que prestan este servicio municipal, Bonet explicaba el miércoles que se había acordado unificar los planes específicos de las diferentes concesionarias, incorporando las mejores prácticas de cada uno de estos para elevar la prevención de riesgos “al máximo nivel”. Entre las medidas pactadas, descansos de cinco minutos cada hora en episodios de fuerte calor durante la franja de más insolación, la entrega de una botella isotérmica de un litro o la modificación de los recorridos para que los operarios pasen por las zonas de más sombra durante las horas más críticas.
Una de las mejoras que se está estudiando, pero que aún no se ha aplicado, es el cambio de la ropa que utilizan los trabajadores, un tejido que desde hace tiempo arrastra muchas críticas por parte de la plantilla. Así lo explicaban algunos de los afectados en este reportaje publicado este martes en TOT Barcelona, donde enumeraban otras deficiencias como la falta de aire acondicionado en los vehículos o la necesidad de comprarse ellos mismos botellas de agua durante el recorrido.