La Torre Glòries será el escenario a partir de este fin de semana de una huelga indefinida. El personal de la tienda del mirador de este edificio de la capital catalana ha convocado movilizaciones este sábado 21 de junio para denunciar una serie de problemáticas que afectan tanto a la empresa subcontratada que gestiona este negocio como a los propietarios del inmueble, que en este caso es el grupo Mediapro. Este inicio de las protestas en Glòries coincidirá con el 116 día de huelga en el Museo del Arte Prohibido y tiene varios puntos en común, sobre todo en cuanto a los responsables y los detonantes, que son la falta de descanso, los salarios insuficientes y la imposición de vacaciones, entre otros.
En concreto, la compañía subcontratada señalada -Palacios y Museos SL- es la encargada de gestionar la tienda en ambas instalaciones y la propiedad también está estrechamente ligada. Según denuncia el sindicato SUT, que apoya a los empleados en estas reivindicaciones, la empresa impone los descansos al principio o al final de la jornada, «llegando al absurdo de hacer un descanso solo al entrar y tener que trabajar seis o siete horas seguidas». Además, los descansos de 20 minutos en la práctica son de 10 minutos, ya que la empresa «resta el tiempo que se tarda en ir y volver del lugar de descanso». Este es el mismo intervalo que se les da para comer.
El sindicato también denuncia que los trabajadores no disponen de agua para beber que no sea del grifo del baño, que se incumple el convenio en relación con la compensación de los festivos y los domingos trabajados y que se imponen vacaciones. Uno de los detonantes que ha llevado a la movilización sería «el acoso y la sanción» a una de las empleadas que informó que formaría parte del comité de huelga del Museo del Arte Prohibido, donde también trabaja.
Un conflicto que ha llegado a tribunales
Cabe recordar que el conflicto entre la plantilla y la dirección del Museo del Arte Prohibido llegó a tribunales el pasado abril después de cerca de dos meses de protestas sin acuerdo entre ambas partes. Los diferentes intentos de mediación no han logrado hasta ahora detener el curso legal de la demanda de los trabajadores ni tampoco la huelga indefinida. Entre las peticiones que hacen llegar los afectados a la dirección del museo se encuentra la colocación de sillas, vestuario adecuado para adaptarse a las temperaturas de las salas, el fin de los contratos temporales, la consolidación de la jornada, poder hacer descansos efectivos de veinte minutos y la aplicación del convenio adecuado para poder cobrar el plus festivo y la compensación por festivos trabajados.



