Tot Barcelona | Notícies i Informació d'actualitat a Barcelona
La Cataluña interior no es Barcelona: reclaman al Gobierno flexibilizar la tasa turística

El incremento de la tasa turística que aplica la Generalitat y que había solicitado, entre otros, el Ayuntamiento de Barcelona, tendrá que esperar. El Gobierno tenía previsto aplicarla el 1 de mayo mediante decreto, pero finalmente ha dado marcha atrás y la tramitará como un proyecto de ley. Este hecho permitirá que haya un debate parlamentario -la fórmula del decreto es más breve, pero también más inflexible- y alargará el trámite prácticamente medio año. El ejecutivo de Salvador Illa retrocede semanas después del aviso del Consejo de Garantías Estatutarias, que veía injustificado el trámite de urgencia y sin un debate amplio en el Parlamento. El Gobierno también había recibido presiones tanto del sector turístico como de los grupos que firmaron el acuerdo, los Comuns pero sobre todo ERC, que amenazaba con tumbar el decreto si no podía incorporar enmiendas.

La portavoz del Gobierno, Sílvia Paneque, comunicó los cambios el martes insistiendo en que la regulación de fiscalidad turística “tiene un consenso suficiente y necesario en el arco parlamentario”, pero admitiendo que un aplazamiento “introduce seguridad jurídica” a la norma. Con el cambio, la misma consejera ha aclarado que el nuevo impuesto, que el documento original preveía duplicar hasta los 7 euros en Barcelona -en la parte alta de la horquilla- y los 6 en el resto del país, entrará en vigor “en la primera liquidación de la tasa turística” tras la aprobación parlamentaria. De esta forma, y siguiendo el calendario que se abre con el nuevo trámite legal, la nueva tasa no llegará a tiempo para aplicarse el próximo verano

El nuevo calendario, de unos seis meses aproximadamente, abre una nueva ventana para la negociación entre el ejecutivo, la oposición y el sector turístico, muy crítico con los cambios fiscales. De hecho, ERC ya ha avanzado que presentará un proyecto de ley alternativo que incorpora las dos principales reclamaciones del empresariado: separar la tasa de Barcelona del resto de territorios y diferenciarla en función de si es temporada alta o baja. “Queremos diferenciar la realidad de Barcelona de otros municipios que no tienen la llegada de turismo masivo y donde, además, varía mucho en función de la temporada del año”, explican desde ERC al Tot Barcelona. Los republicanos defienden que el proyecto debe registrar la «excepcionalidad» de la capital, que vive constantemente «en temporada alta», sin afectar la realidad de otros territorios. 

Dos mujeres desayunan en una terraza de Vic, uno de los grandes destinos turísticos de la Cataluña central | ACN

El empresariado toma la marcha atrás del Gobierno como una tregua. El presidente de la Comisión de Turismo y Servicios de Fomento, Miquel Gotanegra, no oculta la satisfacción por lo que entiende como una “rectificación” sobre una decisión “precipitada”. “El turismo es uno de los sectores económicos estratégicos del país y no se le puede tratar de esta manera, con un decreto que no permite decir la suya ni a los partidos políticos ni al mismo sector”, argumenta el empresario. Gotanegra se posiciona a favor de los cambios que proponen los republicanos, con quienes se han reunido. “Lo único que importaba en el decreto era duplicar la tasa, pero no se puede aplicar homogéneamente en todas partes. Debemos entender que no es lo mismo un lugar donde realmente hay mucho turismo -el caso de Barcelona- que la Cataluña interior, donde el turismo es vital para la economía y el territorio”, defiende el portavoz de la patronal.

Otra entidad crítica con el impuesto, al menos con la forma en que se pretende aplicar la subida, es la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur). Considera que multiplicar la tasa lejos de la capital “paralizará a los mismos catalanes”. La directora general, Marian Muro, apuesta más bien por “fomentar la descentralización” con impuestos “que no penalicen las estancias largas”. Apartur pide una tasa relativa y no absoluta, en formato de porcentaje, para “hacer más equitativo” la tasa que paga un apartamento y un hotel. 

Un turista con una maleta sale de un apartamento turístico de Barcelona |  David Zorrakino / Europa Press

Los expertos en turismo ven “lógica” la petición del tejido empresarial, que encabeza la lucha por separar Barcelona del resto del país. “No es lo mismo una ciudad que recibe turismo sobre todo internacional, todo el año, que otras zonas que tienen turistas locales y donde no se perciben tanto las externalidades negativas. Duplicar la tasa en zonas que no tienen problemas parece excesivo”, apunta el investigador del grupo NOUTUR de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Pablo Díaz, en conversación con este diario. Ahora bien, el sector también pide distinguir la tasa en función de si es temporada alta o baja, un aspecto que el investigador ve coherente solo fuera de la capital. 

Cambio del destino del dinero recaudado

El decreto inicial, que ahora se tendrá que transformar obligatoriamente antes de ser aprobado, también cambiaba el destino del dinero recaudado por la tasa. Poco menos de una tercera parte está previsto que vaya a parar a los municipios, un porcentaje similar al órgano nacional con competencias sobre el turismo, y la gran novedad: el 25% restante se destinará a políticas de vivienda. Hasta ahora este impuesto se utilizaba para paliar externalidades negativas inherentes al turismo y para el fomento de Cataluña -y Barcelona- como destino turístico. Y el empresariado no lo ve claro: Fomento y Apartur piden acotar el retorno al turismo y el Gremio de Hoteles de Barcelona ha pedido revertir los recursos “en la previsión de situaciones de sequía o para optimizar la movilidad de las personas y la conectividad de Cataluña con el mundo”, en alusión a la ampliación del aeropuerto. 

A dónde va a parar el dinero recaudado puede ser la clave del proyecto de ley. De hecho, Díaz cree que el sector “difícilmente aceptará un aumento de la tasa si esta no repercute en ellos”. El profesor ve la desviación de fondos a la vivienda un aspecto “sobre todo político” y que tiene sentido “porque la percepción de la ciudadanía es que el turismo es uno de los causantes de la crisis de la vivienda”. Ahora bien, el investigador cree que faltan estudios que aterricen esta cuestión en Barcelona y pone el ejemplo de Málaga, donde sí se han hecho. “Allí se ha concluido que sí hay una relación, más alta o más baja en función del barrio”, expone. 

Diferentes turistas pasean por el centro de Barcelona | David Zorrakino / Europa Press

¿Cómo quedará el impuesto turístico?

La tasa turística que preveía el acuerdo entre el PSC y los Comuns -validado también por ERC, con los matices comentados- preveía multiplicar por dos la tasa. Barcelona es la única ciudad que tiene permiso para aplicar un impuesto propio, que se suma a la tasa de la Generalitat. Actualmente, la tarifa nacional contempla una horquilla de entre 1 y 3,5 euros y el recargo municipal asciende a los 4 euros. La nueva tarifa catalana se prevé de entre 2 y 7 euros y el recargo -que la ley permitiría doblar- ascendería a los 8 euros. Es decir, que los cambios permiten aplicar un total de hasta 15 euros por persona y noche en la parte alta de la horquilla, que afecta a los establecimientos de lujo. 

En el resto de Cataluña, el decreto original preveía tarifas de entre 1,20 y 6 euros. También abre la puerta a los municipios para aplicar un recargo de hasta 4 euros, una medida de gracia que ahora solo tiene la capital del país. En total, el importe máximo que se podría aplicar sube a los 10 euros por persona y noche. La consejera de Economía, Alícia Romero, defendió en el momento de anunciarse el acuerdo que “el turismo no ha parado de crecer” y que los nuevos importes equiparan Cataluña a “toda Europa”. Un aspecto que matiza Díaz: “Es un mensaje a la ciudadanía que lo sufre, pero no siempre funciona”. En Venecia, por ejemplo, explica el investigador, se aplica un peaje por el fin de semana para evitar aglomeraciones, pero los problemas “no han dejado de crecer”. “No será suficiente, quizás vengan turistas de mayor poder adquisitivo, pero no dejarán de venir”, concluye el experto.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa