Junts per Barcelona quiere que el Ayuntamiento de Barcelona recupere los Bonos Consumo para hacer una campaña específica para jóvenes de hasta 35 años para acercarlos al comercio local. La concejala de Junts BCN, Joana Ortega, defenderá la propuesta en la próxima Comisión de Economía y Hacienda, que dará respuesta a la difícil situación económica que atraviesa la juventud barcelonesa, especialmente afectada por los efectos de la inflación y la precariedad laboral, al tiempo que impulsa el comercio de proximidad y los mercados municipales de la ciudad”. La formación también reclamará más controles para evitar el fraude y el mal uso de los bonos, tal como sucedió en la campaña de Navidad de 2021, cuando una sola persona canjeó casi 1.700 euros en cheques.
La propuesta incluye la creación de un “sistema de gestión transparente” en colaboración con el comercio local que evite las “situaciones de fraude y garantice la participación del máximo número de personas y de establecimientos de todos los barrios”. Por ello proponen que los bonos sean 100% digitales y accesibles a través de una aplicación o un código QR y también “limitar el uso por persona y definir los importes adecuados para asegurar la capilaridad de la medida y evitar concentraciones desproporcionadas”. Además, la idea sería que la campaña se impulse durante épocas de menor consumo, es decir, al margen de Navidad o de las rebajas, para “maximizar el impacto” que tendría en el comercio local. “Hemos aprendido de las experiencias pasadas”, ha explicado la concejala de Junts.

Juventud y comercio de proximidad, un vínculo por forjar
“Esta propuesta responde a una doble necesidad”, ha insistido Joana Ortega: “por un lado, los jóvenes tienen dificultades económicas reales que les impiden acceder a productos básicos. Por otro lado, nuestro comercio de proximidad necesita medidas de reactivación para hacer frente a la competencia de las grandes superficies y el comercio en línea”. La concejala defiende que los mercados municipales y el comercio local “constituyen la columna vertebral del tejido comercial barcelonés, ofreciendo productos de calidad, proximidad y trato personalizado», pero que no pueden competir en igualdad de condiciones. “Cuando un joven descubre la calidad y el trato personalizado de una tienda de su barrio o de un mercado municipal, es más probable que vuelva. Esta campaña quiere ser una puerta de entrada a este descubrimiento”,