Tot Barcelona | Notícies i Informació d'actualitat a Barcelona
La lucha contra Barcelona ’92 inspira el Poblenou tres décadas después
  • ES

«Ahora que el barrio pierde buena parte de sus fábricas, nos encontramos abocados a que sus solares sean objeto de planes fantásticos, sin ningún tipo de participación de los vecinos que han sufrido y estimado un barrio deteriorado. […] El precio de la vivienda ha aumentado enormemente, mientras un buen número de vecinos viven en viviendas precarias y humildes, que ahora se pueden ver afectados por planes urbanísticos sin haber sido consultados. El contenido de estos planeamientos puestos en marcha amenaza la condición económica y el carácter del Poblenou, impedirá la renovación del tejido social hijo del mismo barrio y propicia el encarecimiento de la vida». Es parte del manifiesto que publicaron una decena de entidades del Poblenou en 1992, preocupadas por la cara B de los Juegos Olímpicos, pero desde el barrio defienden que “es muy vigente”. La Asociación de Vecinos del Poblenou reconoce que los Juegos situaron el barrio, hasta entonces un espacio fabril y degradado, en el mapa, pero remarca que “no fue tan idílicos como se vende”. La entidad insiste que las preocupaciones de aquella época continúan vigentes, ahora con la llegada de otros planes, y que el barrio tiene previsto reunirse, de nuevo, para defender aquello que ya pedían en el 92 bajo el lema “queremos seguir viviendo en el Poblenou”.

Aquel manifiesto se publicó dos meses antes de la inauguración de Barcelona 92 para mostrar un “sentimiento de desconfianza con el que podían llevar hacia el barrio”. El presidente del AVV del Poblenou, Joan Maria Soler, activista desde aquella época, recuerda que, en su día, ya se avisó que “aquello iniciaba una dinámica especulativa que se extendería por todo el barrio”. “Fue un análisis que después hemos visto que se ha ido cumpliendo”, insiste. El activista vecinal reconoce que el activismo está “en horas bajas”, pero cree que aquel espíritu perdura entre las asociaciones. Un ejemplo lo encontramos en el mismo barrio del Poblenou, donde las entidades estudian cómo agruparse para crear una Coordinadora por el Derecho a la Vivienda del Poblenou. “La idea es ponerla en marcha en septiembre, después de la fiesta mayor. Esperamos que las entidades se unan y que podamos crear músculo, que ahora falta un poco. Tenemos la referencia del manifiesto de 1992, cuando todas las entidades se unieron para defender la vivienda, aunque no fuera su lucha principal. Todo el mundo en aquel momento era consciente de que la vivienda afectaba a todos. Así que hacemos un llamamiento a unir fuerzas y volver a poner la vivienda en primera línea”, comenta Soler. 

Por ahora, unas treinta personas se han apuntado a la asamblea fundacional, entre las cuales hay representantes de entidades relevantes como el Sindicato de Locatarias o la Taula Eix Pere IV. Estos últimos remarcan al Tot Barcelona que se trata de una iniciativa “muy nueva” que se refrendará en un encuentro que se hará a finales de septiembre. La idea, insisten, es “coordinar acciones conjuntas” para defender la vivienda “a escala de barrio”, pero matizan que “apenas se está construyendo” y que todavía se tiene que determinar “quién o cómo serán los referentes del movimiento”. 

La charla donde tiró la iniciativa de la Coordinadora por el Derecho a la vivienda del Poblenou | Cedida

De Barcelona ’92 al 22@ y los grandes acontecimientos

La radiografía que hacen estas entidades es similar. Joan Maria Soler remarca que en 1992 preocupaba sobre todo los planes urbanísticos que se estaban diseñando. “Las entidades todavía teníamos muy fresco toda la lucha que hubo con el plan de la Ribera [lucha vecinal en contra del plan de 1965 que renovaba del Puerto al río Besòs] y el plan de la Vila Olímpica coincidía en muchos aspectos. Había cierta suspicacia de que todas las cosas no serían tan buenas como se decía. El lema de los juegos de ‘Barcelona da la cara en el mar’ fue el mismo lema que se nos vendió con el Plan de la Ribera”, recuerda Soler, que también recuerda expulsiones de vecinos para hacer la Diagonal o, más tarde, el resto del Frente Marítimo. “La compañía Catalana de Gas fue uno de los impulsores del cambio a la costa. Había instalaciones de gas que desaparecieron con el plan del Frente Marítimo, que a la práctica supuso la privatización de muchos terrenos”, apunta el vecino del Poblenou. 

El activista señala que muchos de estos planes han llevado con ellos aspectos contradictorios. Por ejemplo, el “cinturón del litoral entraba en contradicción con lema de abrir Barcelona en el mar”. “Desaparecía las vías del tren, que rompía la conexión del Poblenou con el mar, pero la gente vio que harían las rondas donde había las vías”, comenta. La lucha de los vecinos del Poblenou consiguió que se creara lo que ahora conocemos como parque del Poblenou, que tapa la ronda del Litoral en su tramo por la rambla.

Oficinas al distrito 22@, Poblenou. Edificio Diagrame a Pedro IV, 105. vivienda
Oficinas al distrito 22@, uno de los planes más criticados por los activistas del Poblenou | Jordi Play

Más tarde, las entidades han criticado la cara oscura de otros planes urbanísticos, siendo el 22@ el más criticado estos últimos años. El Ayuntamiento defiende que es uno de los activos principales de creación de ocupación, sobre todo dentro del sector tecnológico, pero Soler remarca que son trabajos “no dirigidos al barrio”. En este sentido, cree que el Poblenou “ha perdido parte de su identidad” porque esta siempre ha sido “fundamentada en puestos de trabajo”. Primero con trabajadores de las fábricas que hacían vida en el barrio y después por los talleres artesanales ubicados en la zona. “Uno de los acuerdos que se consiguió es que futuro 22@ daría alternativas a los puestos de trabajo que se cerraba, pero el acuerdo no se cumplió. Can Ricart es seguramente el conflicto más importante: más de 30 talleres tuvieron que cerrar. Se juntó la demanda laboral con la percepción del vecindario de que se perdía lugar de un valor histórico y arquitectónico muy importante. Al final se declaró BCIN”, comenta Soler.

El activismo del Poblenou ha denunciado, durante las últimas dos décadas, que el “distrito tecnológico” que se pretende crear en el Poblenou supone un aumento “indiscriminado” de oficinas en contra de la vivienda. El Observatorio de Barrios del Poblenou asegura que cuatro de cada diez oficinas están vacías. Fuentes oficiales admiten esta situación, pero rebajan la cifra alrededor del 20%. En todo caso, no todo parece perdido. La última modificación del plan “abre una puerta a la esperanza”, dice Soler, que confía en los últimos acuerdos con el Ayuntamiento. “El problema es que, más de veinte años después, solo se han hecho la mitad de las 4.000 viviendas que se tenían que hacer. Ahora, la previsión es que se hagan más de 7.000 viviendas públicas. Esto tiene que ser una gran oportunidad para revertir la fuga de la gente del barrio”, apunta optimista Soler. 

Oficinas al distrito 22@ . Barcelona, arquitectura,
Los vecinos quieren que el 22@ incorpore más vivienda protegida | Jordi Play

El turismo engorda la lista de problemas

Los planos urbanísticos que se empezaron a hacer a partir de los Juegos Olímpicos no son el único punto de conflicto. Las entidades apuntan que ahora hay un elemento que no existía en 1992: el turismo. “Los cambios y el crecimiento turístico de Barcelona ha provocado que muchas viviendas del Poblenou se transformen en vivienda de uso turístico. El atractivo del Poblenou, con sus playas, lo han hecho destino turístico y ha impactado en el precio de la vivienda”, apuntan desde la asociación vecinal. Esta dinámica no es exclusiva del Poblenou, pero los vecinos tienen la sensación que sus calles y las de Gracia son, lejos del centro, los que más sufren la gentrificación. “La rambla del Poblenou ha dejado de ser un espacio amable para los vecinos, que antes se encontraban y socializaban allí. Ahora todo el mundo lo intenta evitar. Pasa un poco el mismo que ha pasado en la Rambla de Barcelona. Los establecimientos que se ponen son dirigidos al turismo, las cartas están en inglés… La gente del barrio ya la intenta evitar”, apunta Soler. 

La lucha de los vecinos del Poblenou se reformula con los nuevos ingredientes que hay en ahora en la mesa y se encara sin el incentivo de dejar de ser uno de los barrios más degradados de Barcelona, como así lo era en los noventa. De las fábricas se saltó a la tele –protagonizando incluso una de las series más populares de TV3– y de la televisión catalana al panorama internacional. Ahora bien, años más tarde de aquella primera gran transformación, el temor de morir de éxito se ha extendido, la voluntad de seguir viviendo en el Poblenou continúa y los activistas no hablan de daños colaterales, sino de problema de base. El apunte final es de Soler: “Los cambios urbanísticos no tienen la finalidad de mejorar el barrio, sino cambiarlo”. 

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa