El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado un acuerdo «realista» con el Gobierno español y Aena para que la pista del mar del aeropuerto de El Prat se alargue 500 metros, por el lado de La Ricarda, y pasará de 2.660 metros a 3.160 de carrera de despegue para poder acoger «vuelos intercontinentales con aviones de fuselaje ancho y con la mínima incidencia posible en los espacios de interés natural», y una inversión superior a los 3.000 millones de euros. El acuerdo, que no necesitará el visto bueno del Parlamento, por otro lado, prevé impulsar «una serie de actuaciones medioambientales» para «mejorar sustancialmente» el Delta del Llobregat. «Contamos con una propuesta sólida, consensuada y definitiva para hacer realidad la mejora y modernización del aeropuerto de El Prat para que se convierta en un gran hub de conexiones intercontinentales», ha defendido.
En una comparecencia sin preguntas, Illa detalló que los pasos a seguir tras el acuerdo serán, en primer término, iniciar la redacción del nuevo plan director del aeropuerto y el procedimiento de evaluación ambiental estratégica. Después de esta fase, se redactará el informe técnico, arquitectónico y de ingeniería del proyecto y la declaración de impacto ambiental de las diferentes partes que lo configuran. «La previsión es poder aprobar el plan director en el año 2028 para comenzar la ejecución en el año 2030 y tenerlo todo terminado en el año 2033», explicó, y añadió que se hará una inversión aproximada de 3.200 millones de euros. En resumen, el proyecto implica las siguientes actuaciones principales: remodelación de la Terminal 1, remodelación de la Terminal 2, prolongación de la pista mar, nueva Terminal Satélite, mejoras asociadas a la pista mar y actuaciones en los aparcamientos de las dos terminales.
Illa comenzó diciendo que «no podemos perder más tiempo y hay que pasar a la acción para propiciar la mejor solución posible», y celebró el acuerdo «equilibrado» entre la Generalitat, el Gobierno español y Aena para hacer «un aeropuerto del siglo XXI» pionero en «vanguardia técnica y medioambiental», e insistió en que el proyecto «cumple con los criterios de la UE para preservar y mejorar el delta del Llobregat». «Lo tenemos todo para que todos ganen», sentenció, y defendió que la ampliación responde a la estrategia de convertir El Prat en «un potente hub internacional que impulse con fuerza a Cataluña económica y socialmente». Tras reunirse con la Comisión técnica que se ha encargado de liderar los trabajos para encontrar una fórmula que permita ampliar el Aeropuerto de El Prat con la mínima afectación medioambiental, el presidente de la Generalitat manifestó que «es un buen día para Cataluña» y añadió que el nuevo aeropuerto es «una propuesta estratégica para Europa».

La ampliación afectará el espacio natural de La Ricarda
El acuerdo subraya que las soluciones técnicas se han adoptado de acuerdo con la normativa internacional comunitaria y estatal sobre seguridad aérea, permitiendo así compaginar la superficie de pista necesaria y la preservación de la laguna con la reducción en 87 metros de la afectación al espacio natural de La Ricarda respecto de la propuesta inicial, ya que la pista termina antes del brazo principal que la conecta con el mar. «El proyecto final garantiza la menor afectación medioambiental con medidas como la preservación de la laguna de La Ricarda, la no afectación del Remolar fuera del perímetro aeroportuario –a pesar de que se había filtrado que sí estaría afectado– y la reducción del impacto acústico en las poblaciones vecinas», subraya.
Sobre las medidas de compensación medioambiental, Illa detalló que se ganarán más de 270 hectáreas de espacios renaturalizando –multiplicando por 10 la superficie afectada–, se creará un anillo verde y un fondo ambiental para que «el aeropuerto y Aena refuercen las áreas de valor ecológico del aeropuerto». «Necesitamos un aeropuerto intercontinental que represente un salto adelante», subrayó. Estas actuaciones planificadas complementarán los trabajos que Aena ya desarrolla en el Delta del Llobregat, como silvicultura en los pinares, control y eliminación de especies invasoras, instalación de cajas nido para favorecer la nidificación, mantenimiento de canales de desagüe y extracción de agua en pozos costeros para prevenir la intrusión salina.