Los sindicatos han convocado una jornada de huelga en Trambaix y Trambesòs para este sábado, día 9 de noviembre. En un comunicado emitido este mismo viernes, las organizaciones recriminan que, a pesar del aumento sustancial de pasajeros -se habría multiplicado por seis- no se han mejorado las plantillas ni los recursos disponibles de manera proporcional a la nueva demanda. Según la representación laboral, la dirección habría «coaccionado a los trabajadores» para no ir a la huelga «utilizando a los muertos y afectados por la Dana» como argumento.
Según las centrales sindicales, el «déficit de mantenimiento» detrás de la falta de unidades tiene importantes efectos negativos sobre el transporte. En el comunicado destacan cómo las condiciones de trabajadores y equipamiento «repercuten negativamente en la prestación del servicio y la seguridad» de los pasajeros. En estas condiciones, las plantillas estarían expuestas a unos «niveles inaceptables» de sobrecarga en el lugar de trabajo, que han supuesto un «incremento significativo de las bajas por ansiedad» entre los empleados.

Protestas en la inauguración
La jornada de huelga coincide con la inauguración, también prevista para el mismo sábado, del nuevo tramo del servicio que conectará Glòries y Verdaguer. Al acto asistirán, entre otros, el presidente de la Generalitat Salvador Illa, así como la consejera de territorio Sílvia Paneque y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. En su convocatoria, UGT y Comisiones Obreras lanzan un dardo hacia las instituciones: la «gestión ineficaz» de los recursos «genera serias dudas sobre el éxito de la futura unión de las líneas de tranvía en la ciudad». En respuesta a la protesta, el departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat ha establecido unos servicios mínimos del 33% durante las 24 horas que se extenderá la convocatoria. La consejería ordena, así, que se mantenga «el servicio indispensable para poder atender la infraestructura imprescindible para el funcionamiento» de estos servicios.