El Gremio de Restauración de Barcelona se prepara para la llegada inminente del Mobile World Congress (MWC). Tal como reconocen desde el sector, el congreso supone «un oasis» en medio de la temporada baja de la temporada. Aún así, el Gremio rebaja el ‘soufflé’ de los últimos días y prevé una ocupación mediana del 40%. «Con los paso de los años el impacto se ha reducido», dice el presidente Salva Vendrell. «Ya no se produce la avalancha de reservas de otras épocas, no hay la euforia de los primeros años», añade.
A pesar de todo, asegura que el sector está «ilusionado» y preparado «para dar lo mejor de sí mismo a los congresistas». A pesar de relativizar el impacto del MWC, los restauradores confían en las reservas de última hora, especialmente la «de los congresistas que ya conocen la ciudad». En relación al impacto port días concretos, el Gremio dice en una nota que el lunes y el martes se prevén como los más fuertes y recalcan que «la incidencia del Mobile en el servicio de mediodía es prácticamente nula». «También es cada vez menos habitual que los congresistas alarguen su estancia en Barcelona», destaca el texto.
El ocio nocturno, también preocupado
El optimismo relativo que hay entre los restauradores es el mismo que el que hay entre el ocio nocturno de la ciudad. La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (FECASARM), calculan que la facturación será un 18% inferior a la de la edición de 2019, hecho que la patronal de ocio nocturno vincula a las cifras, todavía bajas, de asistentes. En este sentido, consideran que podría haber unas 30.000 personas menos que antes de la pandemia.
La facturación no es la única mala previsión que mencionan desde FECASARM. También creen que la cifra de nuevos contratos será inferior a la de antes de la pandemia, momento en que se crearon hasta 5.000 puestos de trabajo temporales nuevos. Un descenso que no vinculan a la bajada de asistentes, sino a la reforma laboral de 2022 que eliminó los contratos temporales de obra y servicio.
