El acuerdo entre el Gremio de Restauración y el gobierno de Jaume Collboni sobre las tasas de terrazas cuelga de un hilo. Los grupos municipales tienen una semana para llegar a un acuerdo con el PSC para aprobar las Ordenanzas Fiscales de 2024. Si esto no pasa, el acuerdo entre restauradores y Ayuntamiento –que se enmarca en las Ordenanzas– quedará en papel mojado. De aquí que desde el Gremio pidan «responsabilidad» al conjunto de los grupos municipales para que «pongan todo lo que esté en sus manos para que el conflicto de las tasas de terrazas quede cerrado definitivamente».
«Pido y confío que habrá una visión amplía para resolver el conflicto de las tasas. Creo que la mayoría del consistorio valora el esfuerzo del Gremio y la posibilidad de que un tema conflictivo los últimos cuatro años desaparezca definitivamente de la agenda política», dice en declaraciones al TOT Barcelona, el director del Gremio, Roger Pallarols, que confía que en los días que quedan sirvan para llegar a un acuerdo de cara al plenario del 27 de octubre.

El modelo de tasas progresivo, en peligro
Pallarols recuerda que la tasa de terrazas solo supone el 0,02% del presupuesto municipal y que el nuevo modelo pactado «dará tranquilidad al sector». Ciertamente, ningún grupo parece dispuesto a cuestionar con firmeza el acuerdo Gremio-Ayuntamiento, pero sí el conjunto de las ordenanzas. Y si no hay acuerdo general, el nuevo modelo para las terrazas también cae. «Evidentemente, si el conflicto no se resuelve al plenario de final del mes, tendremos que volver a iniciar conversaciones porque la recuperación de los importes del 2019 es un escenario del todo inadmisible«, remarca Pallerols.
La nueva fórmula pactada pone fin a la bonificación del 75% de la tasa de terrazas y deja atrás un debate que ha enfrentado el gremio con el consistorio. Pallarols considera que el acuerdo es «sensato, mesurado y equilibrado» y defiende que todo el mundo sale ganando. El Gremio ha conseguido que la cuota más baja pase a aplicarse a aquellos establecimientos que tienen hasta cinco mesas –en la propuesta inicial eran cuatro–, lo cual agrupa gran parte del sector. A partir de aquí, el acuerdo configura una escala de importes que castiga más aquel que utiliza más espacio público. Según los cálculos municipales, el nuevo modelo permitirá recaudar unos 4,6 millones de euros, ocho menos de los que preveía inicialmente la Ordenanza fiscal, pero 2 millones y pico más que los que ingresa actualmente el Ayuntamiento con la bonificación.
El IBI será clave para desencallar el acuerdo por las Ordenanzas
A pesar de las posiciones, casi enrocadas, de los últimos años, las negociaciones parecen dejar atrás la polémica recurrente de las terrazas y se centran ahora en el Impuesto de Bienes inmuebles (IBI). TriasxBCN pide una rebaja de esta tasa; los comunes, un aumento; y el PSC prefiere dejarlo cómo está ahora.
En este sentido, el regidor junter Ramon Tremosa ha recordado a Collboni que su partido ha aceptado un aumento del 2% en Lleida, en una fórmula parecida a la que Xavier Trias pide para Barcelona. Mientras tanto, los de Ada Colau defienden que Collboni tendrá que subir el IBI a los grandes tenedores –los que tienen diez o más pisos– si quiere obtener el sí de los comunes a las Ordenanzas. Queda una semana para llegar (o no) en un acuerdo.
