Una multinacional alquila un gran edificio modernista de Barcelona

El estudio de arquitectura Espinet / Ubach, encargado de la reforma del famoso edificio modernista situado en el paseo de Gracia, Casa Pasqual y Pons, ha detallado que la gran multinacional Apple ha alquilado gran parte del recinto para ampliar sus oficinas internacionales. Así lo han explicado los impulsores este martes durante la presentación de la última reforma de la casa, construida a finales del siglo XIX, y que estos últimos años se ha hecho popular para ser propiedad de la compañía aseguradora Catalan Occidente.

El edificio ocupa un lugar estratégico en el centro de Barcelona. Muy cerca de la plaza de Cataluña, uno de sus costados da al Passeig de Gracia y el otro a la Ronda de Sant Pere. Esta ubicación privilegiada es la que ha provocado que establecimientos históricos como la Vaquería Pons o, más tarde, la Sastreria y Camiseria Comas y Cía, se instalaran en el edificio. Ahora, Apple alquilará gran parte de la infraestructura con el objetivo de crecer internacionalmente y, según han apuntado los conferenciantes a preguntas de los periodistas, Barcelona ha sido escogida por los mismos trabajadores de la multinacional.

Barcelona, sede de multinacionales

Barcelona es una ciudad atractiva para los inversores. Bien comunicada con otras capitales y con uno de los puertos más grandes del mediterráneo, diferentes empresas la escogen para instalar alguna subsede. Este hecho provoca que haya cerca de 9.000 multinacionales en la ciudad. Es más, la capital del país es uno «punto caliente« para la actividad empresarial innovadora en el sur de Europa, tal como indicó el director ejecutivo de Acción, Joan Romero, al digital TOT Economia.

Otro ejemplo concreto lo encontramos a mediados del año pasado. En Barcelona se instaló un laboratorio pionero de diseño de microchips de la multinacional tecnológica Intel. En este caso, la sede está ubicada al recinto del Campus Norte de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), en el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputació (BSC-CNS). Según las previsiones de la empresa en el momento de hacer el anuncio, la idea era que trabajaran entre 250 y 300 trabajadores, gracias a una inyección inicial de 20 millones de euros por parte del gobierno español y también 20 millones por parte de la multinacional.