El gobierno español ha autorizado la licitación del contrato para construir la primera fase del futuro mojado Cataluña del Port de Barcelona. El Consejo de Ministros de este martes ha cifrado el contrato por un valor estimado de 94,27 millones de euros sin IVA. Se trata del primer paso del futuro recinto, que permitirá concentrar el tráfico de contenedores en el extremo sur de la infraestructura y creará un gran espacio logístico al delta del Llobregat, donde también habrá nuevas infraestructuras ferroviarias.
Entre las diferentes exigencias del gobierno español hay la duración de las obras que esperan que se alarguen no más de los 27 meses, es decir, dos años. Además, también contribuirán en el Plano Delta, que prevé la creación de un gran espacio logístico al delta del Llobregat y obliga a adecuar el puerto y el aeropuerto de Barcelona. Con un total de unas 44,7 hectáreas, con estas directrices empezará la última infraestructura portuaria de gran medida que se hará en la capital catalana. Tal como ha explicado la agencia

Más planes para un puerto sostenible
Una de las principales razones de estas nuevas modificaciones en el Port de Barcelona es la necesidad de construir una infraestructura mucho más moderna, pero también centrada en la protección del medio ambiente. Así pues, esta licitación llega después de que a principios de año el Ministerio para la Transición Ecológica ya diera luz verde al proyecto y se añade a la aprobada hace una semana, que autorizaba la electrificación de la terminal de cruceros MSC del Port de Barcelona por 14,5 millones de euros.